Nairobi.- Al menos dos personas han fallecido hoy en la explosión de un autobús en Uganda, dos días después de estallar una bomba en un barrio periférico de Kampala, la capital del país, en un acto que fue calificado como «terrorista» por el presidente ugandés, Yoweri Museveni.
«Se ha enviado un equipo de expertos en bombas a Lungala, en la autopista Kampala-Masaka, después de que se produjera una explosión mortal en un autobús de la empresa Swift Safaris Bus con número de registro UAU 989T, alrededor de las 17.00 hora local (14.00 hora GMT)», declaró hoy en un comunicado el portavoz de la Policía ugandesa, Fred Enanga.
«El lugar de los hechos ha sido acordonado a la espera de que los expertos en bombas realicen una evaluación e investigación exhaustivas», agregó al confirmar la muerte de al menos dos personas y la evacuación de un número indeterminado de heridos.
La explosión del autobús se produce después de que el día 23 una persona resultó muerta y otras cinco heridas por la explosión de una bomba, según informó ayer, domingo, el presidente ugandés en su cuenta de Twitter.
«La información que tengo es que tres personas vinieron y dejaron un paquete en una bolsa de plástico que luego explotó, matando a una persona e hiriendo a otras cinco», declaró Museveni al calificar de «acto terrorista» lo sucedido.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó hoy el atentado, pero el portavoz de la policía ugandesa dijo en declaraciones recogidas por el medio local Nile Post que, dado que no se ha realizado ningún arresto, es demasiado pronto para atribuir el incidente a ningún grupo terrorista.
«No queremos apresurarnos a hacer afirmaciones sentimentales de estos grupos. ¿Por qué viene (la reivindicación) después de casi 48 horas? Queremos asegurar a los ugandeses que, a pesar de las afirmaciones del Estado Islámico, hasta ahora no hay pruebas para probar o refutar tales afirmaciones», agregó Enanga.
El pasado 14 de octubre, el Reino Unido había advertido que era «muy probable que los terroristas intenten llevar a cabo atentados en Uganda. Los ataques podrían ser indiscriminados, incluso en lugares visitados por extranjeros».
A mediados de 2010 el grupo yihadista somalí Al Shabab hizo estallar dos bombas en dos bares populares de Kampala matando a 76 personas, con el propósito, dijeron, de castigar la presencia de los militares ugandeses en Somalia y exigir su retirada.
El pasado mes de agosto, el Ejército de Uganda anunció la detención de un presunto terrorista suicida que planeaba activar una bomba en el funeral del general de división Paul Lokech, quien luchó en Somalia y dirigió a los soldados que expulsaron a Al Shabab de Mogadiscio, la capital somalí.
Con más de 6.220 efectivos repartidos en varias regiones de Somalia, el Ejército de Uganda participa en la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) desde marzo de 2007 y es la organización militar que aporta a más soldados a esas operaciones para el mantenimiento de la paz.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra