Islamabad.- Al menos tres policías y cinco insurgentes murieron este viernes en un nuevo ataque contra una comisaría en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el norte de Pakistán, la misma semana en que 23 soldados paquistaníes fallecieron en un asalto a una base militar reivindicado por un grupo talibán.
El ataque tuvo lugar a las 2:30 de la madrugada (21:30 GMT del jueves) cuando cinco insurgentes, entre ellos un atacante suicida, irrumpieron en el cuartel de la Policía en el distrito de Tank, informó en un comunicado el ala de medios del Ejército paquistaní (ISPR).
Tras desatarse un intercambio de disparos entre ambos grupos, «los cinco terroristas fueron enviados al infierno» y tres agentes de las fuerzas de seguridad murieron, agregó ISPR.
Ningún grupo armado se ha atribuido por el momento la responsabilidad del atentado, que tiene lugar en pleno repunte de la violencia armada en Pakistán, especialmente en el norte del país y dirigida contra las fuerzas de seguridad.
Al menos 23 soldados murieron y más de 30 resultaron heridos el pasado martes cuando seis insurgentes intentaron acceder sin éxito a una base militar en Khyber Pakhtunkhwa y posteriormente estrellaron contra ella un vehículo cargado de explosivos que provocó el colapso del edificio
El grupo armado Tehreek-e-Jihad Pakistan (TJP), que el Gobierno paquistaní dice estar afiliado al principal grupo talibán en el país, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), se atribuyó la responsabilidad del atentado, en el que también perecieron los seis atacantes.
Pakistán ha experimentado un aumento en los incidentes terroristas desde que los talibanes afganos tomaron Kabul en agosto de 2021. El Gobierno del país asiático acusa al TTP de utilizar suelo afgano para llevar a cabo ataques, un extremo que Kabul ha negado repetidamente.