REDACCION INTERNACIONAL.- Al menos veintidós personas murieron a consecuencia de un ataque aéreo ruso perpetrado hoy contra una unidad militar ubicada en la región de Odesa, a orillas del mar Negro, tras el inicio de la operación ordenada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, contra Ucrania.
Según informó el Servicio Estatal de Emergencias, a consecuencia del ataque fallecieron 11 hombres y 11 mujeres.
Anteriormente se había informado de la muerte de 18 personas, pero bajo las ruinas de la instalación militar aparecieron nuevos cadáveres.
Una de las víctimas fue hallada con vida entre los escombros, pero falleció posteriormente en el hospital.
Anteriormente la Presidencia ucraniana informó sobre la muerte de más de 40 soldados durante los ataques perpetrados por el Ejército ruso contra aeródromos y bases militares en territorio de este país.
Según Alexéi Arestóvich, asesor presidencial, la mayoría de bajas ocurrieron durante los bombardeos aéreos de esta mañana.
Arestóvich, quien subrayó que, pese a todo, Rusia no ha logrado socavar el potencial defensivo de las Fuerzas Armadas, se dirigió a los ucranianos para que den sangre con destino a los soldados que combaten en el frente.
El Ejército ucraniano denunció que Rusia no sólo atacó infraestructuras militares, sino también martilleó poblaciones, donde se habrían producido muertos entre los civiles.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció hoy la ruptura de relaciones diplomáticas con Rusia tras la agresión ordenada por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Además, aseguró que el Gobierno está ya repartiendo armas «entre todos aquellos que lo deseen» para defender el territorio nacional del invasor ruso.
«El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania ordenó causar las mayores pérdidas posibles al invasor», informó el Ejército de Tierra en un comunicado.
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