REDACCIÓN.- La muerte de dos personas provocada al estrellarse una avioneta el pasado 17 de octubre contra una vivienda de Miramar, localidad situada a unos 30 kilómetros al norte de Miami, en el sur de Florida (EE.UU.), pudo estar motivada por un problema mecánico.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) reveló un informe preliminar sobre el incidente que recogen medios locales este viernes en el que se indica que varios testigos señalaron que los dos fallecidos habían pedido herramientas en el hangar del aeropuerto de North Perry, de donde despegaron, debido a problemas mecánicos.
Los dos fallecidos, identificados como el instructor de vuelo Anthony Yen, de 34 años, y el estudiante piloto Jordan Hall, de 32, solicitaron a empleados del aeropuerto un destornillador.
La aeronave monomotor despegó momentos antes del accidente desde el aeropuerto North Perry y al parecer realizaba un vuelo de prueba durante el cual se estrelló contra la vivienda.
En el momento del incidente, ocurrido a las 11.40 de la mañana, hora local (15.40 GMT), en el interior de la casa se hallaban una mujer y su hijo de 2 años de edad, quienes resultaron ilesos.
Ambos habrían señalado que estaban teniendo problemas con el avión en los días previos al mortal accidente.
Un representante del fabricante del fuselaje de la avioneta reconoció que Yen lo contactó días antes del accidente y le dijo que tenía un problema con la unidad de control del motor.
Ese problema sería la causa de pérdida de potencia del motor durante el vuelo.
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