¿Enfrentamiento o ejecución? La muerte del joven barbero que sacude a Santiago

Un enfrentamiento entre policías y presuntos delincuentes en La Barranquita dejó cinco muertos, incluido José Vladimil Valerio Estévez, un joven barbero cuya familia niega cualquier vínculo criminal.

Santiago de los Caballeros.– Un supuesto intercambio de disparos entre agentes policiales y presuntos delincuentes ocurrido en el sector La Barranquita ha dejado más preguntas que respuestas. Entre los cinco fallecidos figura José Vladimil Valerio Estévez, un joven barbero de 25 años cuya familia asegura que no tenía ningún vínculo con actividades delictivas.

Para ellos, no solo fue asesinado injustamente, sino que también se le intentó matar por segunda vez: con la mancha pública de ser señalado como un criminal.

El lugar del luto

La barbería Valerio Barber Shop, donde José Vladimil pasaba sus días cortando cabello y construyendo sueños, hoy permanece cerrada.

En su fachada, velas encendidas y carteles improvisados recuerdan a un joven descrito como trabajador y dedicado.

“Mi niño era un amor, solo se dedicaba a su familia, a su trabajo. Amaba su barbería desde los 17 años”.

Elena Estévez

Madre de la víctima

¿Qué pasó realmente?

Según narran testigos y familiares, José Vladimil acababa de llegar a su negocio cuando agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim) comenzaron a disparar contra quienes se encontraban en el lugar.

Testimonios aseguran que el joven, al ver caer a su cliente, habría alzado las manos gritando: “¡No me tiren, soy peluquero!”, antes de intentar huir por el pasillo del edificio. Fue acorralado y abatido metros más adelante.

"Él no tenía nada encima, solo pedía que no le dispararan. Las paredes aún conservan la sangre donde cayó".

Así lo explicó su hermano Henry Espinal Estévez, quien acudió rápidamente a la escena y fue testigo del caos.

La versión oficial

Un informe preliminar de la Policía Nacional indica que alrededor de las 2:30 de la tarde, agentes del Dicrim se enfrentaron con presuntos delincuentes, resultando en la muerte de cinco hombres y heridas a un cabo policial.

Entre los fallecidos, la institución incluyó a José Vladimil Valerio, vinculándolo a una estructura criminal junto a otros reconocidos delincuentes.

El vocero policial, Diego Pesqueira, aseguró que fueron ocupadas cinco armas de fuego, incluyendo armas de alto calibre, y tres vehículos. Sin embargo, en su declaración incurrió en contradicciones, mencionando a Carlos Enrique Guzmán como fallecido y prófugo en la misma intervención.

Denuncias graves

  • Familiares y el abogado Rafael Valerio, primo del joven barbero, denunciaron irregularidades en la escena del crimen.

Aseguran que la Policía se llevó los DVR de las cámaras de seguridad de los locales, los celulares de quienes grababan, y saquearon la barbería, llevándose dinero en efectivo y dejando atrás incluso herramientas de trabajo.

"Las armas que se muestran no estaban allí. El carro de mi hermano tenía una caja de música grande ocupando el asiento del copiloto, donde luego aparecieron armas que no eran suyas. Lo montaron todo".

Henry Espinal

Hermano de la víctima

Videos difundidos en redes muestran a agentes trasladando armas largas desde una camioneta hacia el interior del lugar, sin claridad de a dónde fueron llevadas ni en qué contexto se registraron.

Indignación y exigencias

La familia de Valerio exige una retractación pública de la Policía Nacional y la desvinculación formal del joven barbero de cualquier estructura criminal. “Lo mataron dos veces: una físicamente y otra moralmente”, afirmó su primo Rafael.

“No vamos a aceptar una simple excusa. Queremos una nota de prensa, en vivo, diciendo que José Vladimil Valerio era inocente. Si no lo hacen, habrá consecuencias legales”.

El dolor de la madre es evidente. “Solo pido justicia. A todas las madres, les ruego que me acompañen a limpiar el nombre de mi niño. Él no tenía nada que ver con eso”, suplicó Elena Estévez.

Investigación en curso

La Procuradora General, Yeni Berenice Reynoso, ha instruido al Director de Persecución del Ministerio Público y a la fiscal titular de Santiago para que encabecen personalmente la investigación de los hechos. Mientras tanto, los agentes involucrados en el operativo han sido suspendidos de sus funciones.