SANTIAGO.- Con caras afligidas, consignas que retumban y delatan su indignación, un grupo de ciudadanos en Santiago de los Caballeros se dio cita nueva vez en la calle Mella y avenida Las Carreras, pero esta vez no para celebrar el carnaval, sino para unirse en un grito por justicia tras la muerte de un disparo de un niño de once años a manos de un agente de la Policía Nacional.
El conglomerado lo conforman ciudadanos de diversas edades que, con velas en manos y mostrando fotos de la víctima, Donaly Martínez, tacha a la institución como «asesina criminal», la misma entidad que debería brindar seguridad a los ciudadanos, de acuerdo con sus expresiones.
Fue la tarde de ayer domingo cuando Martínez recibió un tiro mortal que le cegó la vida y con ello dejó a su familia sumida en el dolor y la desesperación, la cual este lunes vela los restos del menor que ha sido definido como un excelente estudiante que, a su corta edad, hablaba dos idiomas y se preparaba para participar en unas olimpiadas de matemáticas.
El conflicto en el que el niño murió se originó, según las informaciones, entre su padre ( Anthony Martínez) y una patrulla de la Policía Nacional, por el volumen de la música en un vehículo propiedad del mismo, momentos en que en medio de un forcejeo uno de los miembros de la institución detonó el disparo que cegó la vida del pequeño.
El deceso del menor no solo es sufrido por sus familiares sino, también, por compañeros de estudios que hoy solo se pregunta ¿con quién voy a jugar?
El Ministerio Público informó que solicitará un año de prisión preventiva contra el cabo Alejandro Castro Cruz, imputado de ocasionarle la muerte en la tarde de ayer domingo al niño.
Castro Cruz, de 30 años de edad, fue arrestado por su vinculación al caso y será presentado en las próximas horas ante la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de esta provincia para conocerle medida de coerción, informó el fiscal titular de Santiago, Osvaldo Bonilla.
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