Islamabad.- El número de muertos en los atentados suicida contra dos mezquitas en Pakistán subieron hoy a 60, informaron a EFE fuentes oficiales, mientras funcionarios del Gobierno han acusado públicamente de una supuesta participación de agencias de la India en actividades terroristas en el país.
«El número de muertos ha llegado a 60 y más de 50 están heridos», dijo este domingo a EFE el jefe policial Javed Lehri, del distrito Mastung, en la provincia sureña de Baluchistán, donde tuvo lugar el más letal de los atentados registrados el pasado viernes, con más de medio centenar de fallecidos.
Los datos suministrados por Lehri incluyen también las muertes ocurridas en el segundo atentado de ese mismo día a una mezquita de la ciudad de Hangu, en la conflictiva provincia de Khyber Pakhtunkhwa.
Las mezquitas del país asiático se encontraban especialmente concurridas ese día, con la mayor parte de la población celebrando la festividad musulmana de Eid Miladun Nabi, el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma.
El primer atentado ocurrió en las cercanías de una mezquita ubicada dentro de un perímetro policial de Mastung, cuando un atacante suicida se inmoló entre un grupo de personas que se preparaba para una procesión.
Entre las víctimas mortales se encuentran varios policías, incluido un oficial de alto rango que, según las autoridades, intentó detener al suicida.
El segundo ataque, con apenas unas horas de diferencia, tuvo lugar en otra mezquita en la ciudad de Hangu y fue cometido por al menos dos atacantes suicidas durante el sermón del viernes, cuando se encontraba el mayor número de creyentes dentro del lugar.
Hasta el momento, ningún grupo armado ha reivindicado la autoría de los ataques.
El Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el principal grupo de los talibanes paquistaníes, se desmarcó de los ataques y aseguró que no tiene como objetivo lugares de cultos o civiles.
Este tipo de ataques contra lugares de culto suelen ser vinculados al grupo yihadista Estado Islámico de Khorasan (ISKP, en ingles), una rama local de los extremistas. Este grupo con frecuencia reivindica sus ataques a las pocas horas o a los pocos días siguientes a los atentados.
“Cualquiera que sea el grupo que está detrás de este ataque, todos son iguales», dijo ayer en una declaración a la prensa el ministro interino del Interior paquistaní, Sarfraz Bugti, tras una reunión de seguridad en la ciudad de Quetta, capital provincial de la volátil Baluchistán.
«Cada grupo está siendo manejado desde el mismo lugar», dijo el ministro en referencia al principal servicio de inteligencia internacional de la India, el Ala de Investigación y Análisis (RAW, en inglés).
El «RAW está detrás de todos ellos», sentenció.
Bugti, que admitió que los eventos ocurridos el viernes pasado todavía están bajo investigación, basó su acusación sobre la afirmación de que otros hechos ocurridos en el pasado «han sido desenterrados y RAW estuvo detrás de todos ellos».
«El Gobierno llevará a cabo una operación tan grande como sea necesaria para restaurar el poder del Estado en la provincia. Se decidió atacar a los terroristas y ni siquiera perdonar a sus facilitadores y partidarios», aseguró.
Bugti prometió «aplastar» al TTP, el Estado Islámico o a cualquier otro grupo. «El estado ha decidido que ahora habrá tolerancia cero”, zanjó.