Redacción internacional.- En 2016, la vida de Tamuna Museridze, una periodista del país de Georgia, dio un giro inesperado tras descubrir que era adoptada y había tenido a su padre biológico como amigo en Facebook durante años. Tras la muerte de su madre adoptiva, mientras vaciaba la casa familiar, encontró un documento que cambiaría su percepción de sí misma: un certificado de nacimiento con su nombre, pero con una fecha de nacimiento distinta a la que había creído toda su vida. De acuerdo con BBC, este hallazgo despertó en Tamuna la sospecha de que podría haber sido adoptada, lo que marcó el inicio de una búsqueda intensa y profundamente personal.
En su afán por conocer sus raíces, Tamuna creó un grupo en Facebook llamado Vedzeb (que significa “Estoy buscando” en georgiano). Lo que comenzó como un esfuerzo personal para encontrar a sus padres biológicos tuvo repercusiones mucho más amplias: el grupo ayudó a destapar un escándalo de tráfico de bebés en Georgia. Durante décadas, a miles de padres en el país se les dijo que sus hijos recién nacidos habían muerto, cuando en realidad eran vendidos en adopciones ilegales. Este descubrimiento afectó profundamente a Tamuna, quien desde entonces usó su plataforma para reunir a familias separadas.
El primer gran avance llegó cuando recibió un mensaje de una mujer que vivía en una zona rural de Georgia. Esta mujer relató que conocía a alguien que había ocultado un embarazo en septiembre de 1984, coincidiendo con la posible fecha de nacimiento de Tamuna. Una prueba de ADN confirmó posteriormente que Tamuna y la mujer eran primas, lo que llevó a la identificación de su madre biológica, recogió People.
Sin embargo, el primer contacto telefónico con su madre biológica fue doloroso. Según narró Tamuna a BBC, la mujer reaccionó de forma agresiva y negó haber tenido un hijo. “Ella comenzó a gritar, a vociferar. Dijo que no había dado a luz a ningún bebé y que no quería saber nada de mí”, recordó Tamuna. A pesar de este rechazo inicial, Tamuna logró hablar nuevamente con su madre. En esta segunda conversación, su madre finalmente reveló el nombre de su padre biológico: Gurgen Khorava.
En octubre de 2023, durante la grabación de un documental polaco sobre su historia, Tamuna tuvo la oportunidad de reunirse con su madre biológica en persona. Fue entonces cuando supo toda la verdad: su madre, avergonzada por un embarazo fuera del matrimonio, había decidido ocultarlo. En septiembre de 1984, viajó a Tiflis, alegando que iba a someterse a una cirugía, pero en realidad dio a luz a Tamuna en secreto. Después de diez días juntas, entregó a la bebé en adopción y guardó el secreto durante 40 años.
La madre de Tamuna pidió que mintiera y dijera que había sido víctima del tráfico de bebés, pero Tamuna se negó. Según explicó, hacerlo sería injusto para las miles de familias que realmente habían perdido a sus hijos debido a estas prácticas ilegales. Tras este desacuerdo, madre e hija cortaron la comunicación.
Cuando Tamuna buscó a Gurgen Khorava en Facebook, descubrió algo sorprendente: él había estado en su lista de amigos durante tres años, sin saber que era su hija. Gurgen, quien nunca supo del embarazo, había seguido la historia de Tamuna en las redes sociales debido a su trabajo periodístico.
El encuentro entre ambos tuvo lugar en Zugdidi, la ciudad natal de Gurgen. “Fue extraño, en cuanto me miró, supo que era su hija”, recordó Tamuna. La reunión estuvo llena de emociones y preguntas. Gurgen presentó a Tamuna a su familia extendida, incluyendo medios hermanos, primos, tías y tíos. Según Tamuna, todos coincidieron en que, de los hijos de Gurgen, ella era la que más se parecía a él.
El proceso de búsqueda fue emocionalmente agotador para Tamuna, pero también le permitió formar nuevas conexiones significativas, según declaraciones recogidas por BBC. Aunque su relación con su madre biológica quedó marcada por tensiones, el reencuentro con su padre y su nueva familia le ofreció un sentido renovado de pertenencia. Además, reafirmó su compromiso con la verdad y con apoyar a las víctimas reales del tráfico de bebés en Georgia.
La revelación de que Gurgen Khorava, el padre biológico de Tamuna Museridze, había sido su amigo en Facebook durante años sin saberlo, encapsula la paradoja de las conexiones digitales: las redes sociales pueden parecer impersonales, pero en ocasiones se convierten en herramientas poderosas para entrelazar historias humanas. En el caso de Tamuna, esta coincidencia no solo le permitió reconstruir su propia historia, sino también unir piezas fundamentales de su identidad, mostrando cómo la tecnología moderna puede ser un inesperado puente hacia el pasado.