Bal Gill de 41 años, visitó la atracción turística Cámara obscura y el Mundo de las ilusiones, en Edimburgo, Escocia (Reino Unido) durante un viaje familiar en mayo. Durante la visita, pasó por una de las instalaciones del sitio, la cámara térmica, que permite a los visitantes ver un mapa de calor de todo el cuerpo.
La cámara, instalada en el lugar desde el año 2009, mostró un punto inusualmente caliente en el pecho de la mujer. «Como lo hacen todas las familias, entramos y comenzamos a agitar los brazos y a mirar las imágenes creadas. Mientras hacía esto, noté un parche de calor (de color rojo) proveniente de mi seno izquierdo,» contó Gill.
Al percatarse que nadie más en la sala presentaba esa misma particularidad, decidió tomar una fotografía con su teléfono móvil y continuó con el recorrido.
Luego de regresar a casa, Gill empezó a investigar acerca de cámaras termográficas y descubrió que estas pueden ser usadas en oncología como herramienta para diagnosticar cáncer. Tras pedir una cita con su médico, fue diagnosticada con cáncer de mama en etapa temprana.
La mujer, quien ahora está esperando una tercera cirugía para evitar la propagación de la enfermedad, decidió ponerse en contacto con la atracción turística para mostrarles su agradecimiento: «Solo quería decir gracias: sin esa cámara nunca lo hubiera sabido. Sé que no es la finalidad de la cámara, pero para mí realmente fue una visita que me cambió la vida».
Andrew Johnson, gerente general de la atracción, comentó asimismo el caso: «No nos dimos cuenta de que nuestra cámara térmica tenía el potencial de detectar síntomas que cambian la vida de esta manera. Realmente nos conmovió cuando Bal nos contactó para compartir su historia, ya que el cáncer de mama está muy cerca de mi casa y de la de parte de nuestro equipo».