Mujeres lesbianas, bisexuales y trans, otras víctimas de la pandemia

En opinión de la abogada colombiana Carolina Gómez, coordinadora de la campaña Enterezas, los prejuicios contra esas mujeres son mayores a los que enfrentan los hombres homosexuales.

Bogotá.- La pandemia del coronavirus no solo conlleva muerte, dificultades en el sistema de salud y enormes pérdidas económicas, también deja como consecuencia un aumento de la violencia doméstica por el confinamiento y de la discriminación contra sectores vulnerables, como las mujeres lesbianas, bisexuales y trans (LBT).

Según activistas de organizaciones que las defienden, ellas soportan una doble discriminación, por su condición de mujeres y por tener una orientación sexual diferente, tal como denunciarán desde este miércoles en un foro internacional que se organiza de forma virtual desde Bogotá sobre esta problemática en Iberoamérica.

En opinión de la abogada colombiana Carolina Gómez, coordinadora de la campaña Enterezas, los prejuicios contra esas mujeres son mayores a los que enfrentan los hombres homosexuales.

«La violencia hacia las mujeres lesbianas tienen que ver sobre las expectativas que se tienen sobre la mujer. La mujer está faltando al rol de madre porque tiene una mujer de pareja y no puede procrear. ¿Qué tipos de violencia se identifican? Violaciones correctivas, matrimonios forzados, torturas de contenido sexual. En los hombres gais esa ‘falta’ es al mandato de masculinidad», dice Gómez a Efe.

PROYECTO ENTEREZAS CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

Gómez coordina el proyecto Enterezas, que, con apoyo de la Fundación Triángulo de España, busca erradicar la discriminación contra las mujeres LBT en Colombia, Nicaragua, Honduras y República Dominicana, mientras Ecuador, Paraguay, Panamá y México se unirán próximamente.

La situación de dicha comunidad será analizada en el Encuentro Internacional de Mujeres LBT y Funcionariado Público, que se realizará hasta el próximo viernes. El foro de Enterezas es organizado por Colombia, donde en 2020 fueron asesinadas 76 personas LGBT, con un aumento del 58 % en comparación con 2019 y del 80 % y el 170 % frente a 2019 y 2018, respectivamente, según la Defensoría del Pueblo.

Gómez explica que durante el encuentro se realizará un intercambio de aprendizajes entre las organizaciones que a nivel local luchan contra la discriminación y que en 2018 decidieron crear Enterezas.

«Queremos llevar a ese espacio algunos aprendizajes y experiencias que hemos recogido a lo largo del proyecto. Vamos a contar con funcionariado de instituciones como la ONU y también con funcionarios locales como fiscales, procuradores y defensores públicos de los países donde trabajamos», agrega.

De acuerdo con Gómez, en los países donde funciona el proyecto se evidencia un aumento de la violencia contra ese sector de las mujeres en medio de las cuarentenas por la covid-19.

«Con ocasión de la pandemia, la violencia contra las mujeres, a partir de las llamadas de emergencia, de las denuncias, aumentó. Sabemos que en sus casas se ha incrementado la violencia por el confinamiento», asegura.

No obstante, para Gómez no todo es malo, pues el trabajo de Enterezas «ha rendido frutos» por un cambio de actitud de los funcionarios públicos.

«A veces, cuando se trata de una mujer trans, respetan el nombre identitario, que para nosotros es un logro, o se dan cuenta de que el asesinato de una mujer trans puede ser tratado como feminicidio, lo cual antes era una lucha muy difícil de aceptar», añade.

Según la experta, aunque la discriminación no es un fenómeno exclusivamente latinoamericano, en otras regiones, como Europa, «hay otros niveles de conciencia sobre qué se puede hacer y hasta dónde se puede exigir».

«Uno puede rescatar varias de las iniciativas del Ministerio de Igualdad en España. Hay una voluntad política por tratar de solucionar problemas históricos de las mujeres. Acá la cosa no es así», afirma.

LA DISCRIMINACIÓN NO ES TAN DIFERENTE EN EUROPA

Para Silvia Tostado, presidenta de la Fundación Triángulo de España, la violencia contra las mujeres LBT tiene similitudes en Europa y Latinoamérica y no se puede afirmar que la situación sea tan diferente.

«Las violencias tienen muchas similitudes. Hay algunas diferencias específicas por la idiosincrasia, la situación por la realidad sociopolítica de cada país, pero sí hay patrones comunes, y creo que hay que poner sobre la mesa que en España tenemos un gran déficit respecto a la identificación de las realidades que hemos sufrido mujeres lesbianas, bisexuales y trans. Se ha abordado de una forma mucho más concreta la violencia sufrida por los hombres», dice Tostado a Efe.

En opinión de Tostado, esa diferencia de visualización obedece a que, en su gran mayoría, las formas de discriminación contra hombres homosexuales ocurren en el ámbito público, mientras que las que afectan a las mujeres LBT suceden en el privado.

«La población LBT puede estar sufriendo los efectos de la pandemia y eso no nos lo inventamos nosotros. La violencia hacia las mujeres lesbianas y bisexuales se suele producir en el ámbito privado. Hemos pasado un año encerrados en nuestros domicilios. Se percibe que un domicilio es un espacio seguro y nada más lejos de la realidad», afirma.

«También podemos hablar de situaciones tan mezquinas como la discriminación institucional. En diversos países, a la hora del desconfinamiento, se ha permitido la salida de población en función de su género, y ha sido muy duro para las personas trans porque en la inmensa mayoría de países la identidad de género no es permitido cambiarla dentro de la identificación administrativa, y personas que han salido de su casa de acuerdo con su identidad han sufrido violencia, incluso violencia policial», concluye.