"Reiterando que es lícito detener al agresor injusto, aunque respetando siempre el derecho internacional, quiero recordar también que no podemos confiar la resolución del problema a la mera respuesta militar", dijo el pontífice.
Bergoglio recordó que en Siria e Irak "la violencia terrorista no da indicios de aplacarse" y que en ambos casos "se constata la violación de las leyes humanitarias más básicas".