Washington.- La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, fue reelegida este martes para representar el distrito 11 de California, pero aún no ha aclarado cuál será su futuro político.
La líder demócrata, que representa uno de los distritos más progresistas de EE.UU., venció al candidato republicano, John Dennis, de manera abrumadora con más del 80 % del voto, según las estimaciones de The New York Times.
Sin embargo, Pelosi, de 82 años, no ha especificado si continuará liderando a los demócratas en la Cámara Baja cuando tome posesión el nuevo Congreso el 3 de enero.
En dos recientes entrevistas, una en la PBS y otra en CNN, dijo que el reciente ataque a su marido influirá en cualquier decisión que tome sobre su futuro.
Paul Pelosi fue sometido a una operación por una fractura de cráneo y otras heridas que sufrió después de que un hombre entrara a su residencia en San Francisco el pasado 28 de octubre y lo atacara con un martillo.
El presunto responsable, David DePape, que fue detenido el mismo día de la agresión, irrumpió en la vivienda al grito de «¿Dónde está Nancy?», aunque la congresista se encontraba en ese momento en Washington.
Pelosi lleva dos décadas ocupando un puesto de liderazgo dentro del partido: encabezó la entonces minoría demócrata entre 2003 y 2007.
Ese año, en 2007, se convirtió en la primera mujer elegida presidenta para la Cámara de Representantes y ocupó ese cargo hasta 2011, cuando los demócratas perdieron las elecciones y Pelosi tuvo que pasar a liderar a su partido en minoría.
Los demócratas, sin embargo, ganaron la Cámara Baja en 2018 y Pelosi volvió a presidir esa cámara, esta vez convirtiéndose en el rostro más visible de la oposición al entonces presidente republicano Donald Trump (2017-2021).
Aún se desconoce si los demócratas conservarán la mayoría que actualmente detentan en la Cámara de Representantes.
Con el escrutinio ya muy avanzado en la mayoría de estados del país y sin que se esperen grandes cambios hasta la mañana del miércoles, los republicanos se habían asegurado 186 escaños en la Cámara de Representantes y los demócratas 149, ambos por debajo de la mayoría de 218 necesarias para controlar la Cámara Baja.
Con las cifras de las que se dispone hasta el momento, los conservadores habrían logrado arrebatar cuatro escaños a los progresistas, una cifra que les acerca al control de la Cámara, pero que todavía no es suficiente.
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