En mi largo historial de encuestas liberales, hechas sin formalidades académicas ni largos cuestionarios, nunca había logrado un consenso tan amplio sobre los posibles resultados de un proceso político. Mi encuesta la he llevado a cabo aquí por todos lados, y más allá, hasta la Cochinchina; entre ricos, clasemedieros y pobres; entre ignorantes e ilustrados; en persona, por teléfono y por internet. Pregunta única: ¿Quién ganará las elecciones en Estados Unidos? Respuesta única en todos los idiomas: “¡A Donald Trump no lo salva ni Checheré!” (A quien, por cierto, no tengo el gusto de conocer).