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29 Marzo 2024

Ni contigo, ni sin ti

  •   Juan TH
  • sábado 02 julio, 2011 - 12:01 AM

Juan TH.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Ni contigo, ni sin ti. Ahí está el dilema del candidato del PLD, Danilo Medina, con relación al gobierno y al Presidente de la República y del partido, Leonel Fernández.

“Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio: Contigo porque me matas, sin ti porque me muero”.

Para enfrentar al candidato del PRD, Hipólito Mejía, el candidato oficialista necesita alejarse del Presidente Fernández y de su gente, para que no se le pegue su impopularidad, ni su mala imagen. No quiere cargar con el deterioro oficialista que es el fruto del endeudamiento externo, del auge del narcotráfico, del crimen organizado, de la inseguridad ciudadana, del alto costo de la vida, de la corrupción, del despilfarro de los recursos públicos, de los frecuentes viajes escandalosos (más de uno por mes) del presidente y su gente en vuelos privados que cuestan una fortuna, mientras el país se cae a pedazos. Danilo no quiere cargar con tan pesado fardo. No quiere le digan “el hombre con el bacalao a cuestas”. Ese tufo no lo desea.

Pero al mismo tiempo Danilo precisa de los recursos del Estado (del mismo Estado que una vez dijo que lo venció) para intentar frenar al candidato opositor que anda en un rodillo popular aplastando a sus adversarios.

Todo parece indicar que Danilo no pasará de un 30 a un 35%. De hecho la ventaja del ex presidente Mejía, según las encuestas oficiales, es mayor de 20 puntos. (La percepción a favor de Hipólito es de 30 puntos, lo cual ha creado un estado de nerviosismo peligroso en el gobierno)

El dilema de Danilo no es sólo político y económico, es también ético. Aceptar el uso de los recursos públicos para su provecho en esta campaña, va contra lo que viene predicando desde hace años. Es echar por tierra todo cuanto enfrentó en las elecciones internas del 2007 cuando afirmó que cientos de camiones con materiales de la construcción fueron distribuidos por todo el país, que no pudo vencer la pobreza de quienes vendieron su conciencia y su voto, que no perdió de Leonel Fernández, sino del Estado, porque contaba con el 65%  de la preferencia en el PLD.

Danilo es un candidato de minoría. En la convención que enfrentó Leonel en el 2007 votaron poco más de medio millón. Él obtuvo menos de 200 mil votos. Ahora, sin Leonel, sin oposición, siendo candidato único, con un partido de masas con dos millones 200 mil inscritos en su padrón, no votó mucha gente. La participación fue pírrica a pesar de que muchos fueron transportados de un lugar a otro para que votaran hasta 15 veces. ¡Y ni así logró masificar el voto! (Es por eso que tras el “triunfo” no hubo júbilo, ni fiestas en el PLD)

Danilo no ha logrado arrancar, no prende a pesar de mantener durante años una muy costosa y vistosa campaña presidencial. Danilo no logra conectarse con la gente, no tiene pegada, le falta ángel, carisma. No impacta, no genera emociones ni pasiones. Es un candidato sin ton, ni son. Habla bien, tiene buen discurso, está bien formado, pero no tiene pegada. La gente no lo asume, no lo hace suyo. Y eso es fatal en un candidato. Sobre todo cuando enfrenta a un candidato con tanto ángel, carisma, sentido de humor, pegajoso, de trato personal afable y cariñoso, con sabor a pueblo como Hipólito.

Ser candidato oficialista, representar en la boleta a un gobierno corrupto, malo y perverso, que cumplirá ocho años malgastando el dinero del pueblo, que no ha resuelto uno solo de los males de la nación a pesar de haber recaudado más dinero que todos los gobiernos de los últimos 50 o 60 años, no es tarea fácil, no importa como se llame el candidato.

Danilo podrá permitir que Leonel lo cargue como un niño recién nacido, que le cambie los pañales, igual perderá las elecciones. Con Leonel o y sin Leonel, es decir, con los recursos del Estado o sin los recursos del Estado, Danilo perderá. Este pueblo decidió echar del Palacio Nacional al PLD. Y no importa lo que hagan sus dirigentes, ¡e pa fuera que van!

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