En esta semana, hay dos días que me parecen importantísimo no pasar por alto. El primero es el día de la salud mental y hoy día de la niña. Creo que más que hablar de cada uno por separado, debemos hablar de la relación que hay entre las niñas y la salud mental.
A mi corta edad, puedo dar fé de que no hay nada más importante que estar en paz con uno mismo. El riesgo más grande que presenta el no tener la mente en paz es que afecta a todas las otras áreas de nuestra vida.
Una mente que no esté en armonía con nuestro centro hace que se refleje en nuestra salud física y en nuestro desarrollo espiritual.
En el mundo actual cada día hay más destrucción, cada vez juzgamos más y nosotros mismos nos agobiamos buscando justificar o borrar nuestros errores en vez de buscar la forma de resolverlos para así poder seguir adelante y alcanzar nuestras metas.
Es sorprendente la cantidad de mujéres jóvenes depresivas o con problemas de ansiedad que intentan buscar refugio en el uso de narcóticos, alcohol y cigarillos dado que existe un taboo en los países menos desarrollados respecto al tema de asistir a un centro de terapia, en especial entre las clases sociales que tienen cierto poder adquisitivo.
Son muchas las mujeres que deciden medicarse para la depresión antes que afrontar los problemas, por miedo a abrirse emocionalmente.
La clave de la felicidad esta saber buscar ayuda en los momentos que se necesite, rodearse de personas que entiendan y acepten nuestros errores y nos ayuden a remendarlos. La sanación conlleva de tiempo y la felicidad hay que defenderla todos los días.
Recomendación de la Semana: Comprar una flor para regalar a una amiga que pueda estar atravesando un momento difícil.