SANTO DOMINGO ESTE, República Dominicana.- De pedir limosnas en la calles decenas de menores se han convertido en limpiavidrios en Santo Domingo Este donde un pequeño particular está llamando la atención.
En una de las avenidas más transitadas del país, la avenida San Vicente de Paul de Santo Domingo Este esquina Carretera Mella. Apenas alcanza los retrovisores, pero un pequeño de seis años se pasa los días correteando en la calle desafiando a los conductores.
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Le llaman Fifito, no su nombre real. Bajo el ardor del sol y sin protección alguna, enjabona los vidrios.
Y como si eso no fuese suficiente también baila para llamar la atención. Sabe muy bien contar sus chelitos, aunque nunca ha ido a la escuela.
Fifito nos lleva a donde su hermano mayor de apenas 10 años. Lo encontramos acostado en el piso bajo una mata.
Le preguntamos por sus padres, que brillaban por su ausencia. A la media hora apareció su madre, como por obra de magia o tal vez porque algún vecino le dijo que nuestras cámaras estaban en la zona.
Su apariencia nos sorprendió, ella arreglada de pie a cabeza mientras que sus hijos parecían no haber visto un baño en días.
La mujer de 26 años, se negó hablar con nosotros.
Estos dos son parte de un grupo de niños que han hecho de esta esquina de Santo Domingo Este un segundo hogar.
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