PANAMÁ.- Más de 70 millones de niños, niñas y adolescentes en América Central y el Caribe enfrentan la amenaza de una temporada de huracanes que se avizora inclemente y los haría más vulnerables a la pandemia de la COVID-19, advirtió este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los que enfrentarían ese doble y duro riesgo serían muchos de esos niños que viven en las zonas costeras de América Central y el Caribe, a medida que la temporada de huracanes de 2020 pase a una fase más activa, indicó un pronunciamiento del organismo de Naciones Unidas fechado en Panamá.
Los desplazamientos, daños a infraestructuras e interrupciones de servicios causados por las tormentas, podrían hacer que los niños y las familias sean más vulnerables a la enfermedad y sus impactos.
Unicef dijo estar «especialmente preocupado» de que una tormenta poderosa socave «severamente» los esfuerzos en curso para detener la transmisión de la enfermedad.
El virus podría propagarse fácilmente en refugios de emergencia abarrotados o lugares de desplazamiento, donde sería difícil asegurar el distanciamiento físico.
Igualmente, las medidas de control como el lavado de manos y la gestión eficaz de casos podrían fallar si el suministro de agua segura, el saneamiento y las infraestructuras de salud se dañaran o destruyeran.
El director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Bernt Aasen, dijo que «en los próximos días y semanas, los niños y las familias estarán en riesgo de ser golpeados simultáneamente por dos desastres, la COVID-19 y los huracanes».
«Esta es la tormenta perfecta que tememos para el Caribe y América Central», manifestó Aasen El jefe regional de Unicef destacó que a medida que se toman precauciones para mantener a las familias a salvo de la COVID-19, «los esfuerzos para prepararse para la llegada de huracanes ahora son vitales para mitigar la propagación del virus entre las comunidades más vulnerables».
Un informe reciente de Unicef señala que se espera que la región del Caribe experimente un aumento en la intensidad de las tormentas y el posterior desplazamiento de la población en los próximos años.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estima que hay un 60 % de posibilidades de que la temporada de huracanes de 2020 tenga una actividad superior a la normal, con un promedio de 15 tormentas con nombre, incluidos 8 huracanes y 4 huracanes mayores.
El organismo de Naciones Unidas recordó que solo entre 2010 y 2019 las tormentas causaron 895.000 nuevos desplazamientos de niños, niñas y adolescentes en el Caribe y 297.000 en Centroamérica.
Unicef apoya los esfuerzos de preparación para huracanes y las respuestas de salud pública a la COVID-19 a través de la educación, la comunicación comunitaria y el apoyo técnico a los gobiernos.
También está alentando a las autoridades locales y nacionales a garantizar que los planes de respuesta a huracanes se adapten para reflejar los riesgos asociados con la pandemia, y para expandir el acceso a servicios esenciales que incluyen salud, protección, agua y saneamiento para niños y familias vulnerables.
Sumado a esto, en colaboración con gobiernos, sociedad civil y socios del sector privado, Unicef trabaja para construir resiliencia ante desastres entre las comunidades del Caribe y América Central.
La pandemia ya está sometiendo a los sistemas de salud nacionales y locales de la región a una tensión considerable, lo que plantea serias dudas sobre su capacidad de respuesta después de un huracán catastrófico, reiteró Unicef.
Los casos globales de COVID-19 confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzaron los 17,8 millones, con fuerte ascenso de la pandemia en Colombia, que hoy entró en la lista de los 10 países con más contagios del planeta.
Con 306.000 casos confirmados, Colombia adelantó al Reino Unido y cinco de los 10 países más afectados del mundo son latinoamericanos, siendo los otros cuatro Brasil (2,7 millones de contagios), México (434.000), Perú (422.000) y Chile (359.000).
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email