LA PAZ.- El nivel del agua del lago Titicaca, el navegable más alto del mundo compartido con Perú, está seis centímetros por debajo de su mínimo histórico registrado en 1996 debido a la intensa sequía en Bolivia.
El director del Servicio Nacional de Metereología e Hidrología (Semanhi) de Bolivia, Hugo Mamani, expresó a los medios que el nivel del agua del Titicaca continúa bajando, ya que a principios de este mes alcanzó el mínimo histórico registrado en 1996.
Mamani detalló que en 1996 la regla milimétrica que tienen en el sector del lago marcaba 2.99 metros de altura, mientras que en la actualidad marca 2.93 metros, es decir que está seis centímetros por debajo de la cifra mínima registrada por el Senamhi.
«Son seis centímetros y eso va bajando poco a poco, va evaporándose, tenemos pérdida de agua por evaporación y tenemos mayor cantidad de radiación solar», detalló Mamani.
Es por ello que próximamente realizarán campañas de reforestación cerca del lago para que se mantenga la humedad en el lugar, lo cual ayudaría a que no se evapore el agua por la radiación solar.
Mamani agregó que la tendencia en el país es que las temperaturas estén elevadas, y a pesar de que el fin de semana llovió cerca al lago, no hay mayor incidencia.
«Las condiciones atmosféricas no son propicias», indicó el director.
Agregó que la recuperación del lago será lenta y que «poco a poco» va ir subiendo el caudal en la medida de que se produzcan las precipitaciones, se proyecta que el nivel del agua vuelva a su normalidad en 2025.
Agregó que están trabajando en conjunto con Perú y la Cancillería boliviana para tomar acciones ante esta situación.
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo, a unos 3.800 metros de altitud, en un total de más de 8.500 kilómetros cuadrados, y sirve de frontera natural entre Bolivia y Perú.
Bolivia atraviesa por una de las sequías más extremas en los últimos años y, según los expertos, la situación podría ser más dramática ya que el país recién transita hacia el fenómeno de El Niño, caracterizado por la falta de lluvias.
La sequía y el acenso de la temperatura también ha acelerado el derretimiento de los glaciares de la cordillera de los Andes y podría tener consecuencias en la seguridad alimentaria e hidroeléctrica del país, según los expertos.
El Gobierno de Bolivia reportó que son alrededor de 200.871 familias las que han resultado damnificadas por la sequía y que la región altiplánica de Oruro se declaró en desastre, mientras que las regiones de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca están en «emergencia».
Además son 144 municipios de los más de 330 que tiene Bolivia que se declararon en desastre.