SANTO DOMINGO.- Cada vez hay más personas que acuden a los laboratorios a realizarse pruebas de anticuerpos del Covid-19, para contabilizar la protección que tienen frente al virus.
Sin embargo, investigaciones han arrojado que el hecho de tener niveles de anticuerpos elevados, no garantiza que estemos protegidos frente a la infección.
Las personas tienen anticuerpos frente al COVID-19, ya sea porque han superado la infección o porque están vacunados.
En ambos casos, estudios científicos han comprobado que los anticuerpos podrían tener una duración superior a un año.
Sin embargo, para que los anticuerpos protejan, tienen que ser capaces de desarmar el virus. Por lo tanto, no vale cualquier anticuerpo, tienen que ser activos frente al virus, lo que llaman anticuerpos neutralizantes.
Si solo cuantificamos la cantidad de anticuerpos que tenemos, ese dato no nos dirá si son protectores o no.
Para poder determinar si hay anticuerpos neutralizantes es necesario hacer ensayos en el laboratorio. En esos ensayos se ponen en contacto los anticuerpos con el SARS-CoV-2 con alguna de sus variantes y se analiza la capacidad que tienen de impedir que el virus entre en una célula humana.
Esta técnica suele ser laboriosa y se realiza en ensayos clínicos como lo fue el proceso de vacunación.
Los expertos indican también que la respuesta tras la infección o la inmunización puede ser distinta en algunas personas.
Por ejemplo, aquellos que tiene la inmunidad comprometida, o siguen tratamientos farmacológicos que afectan a su respuesta, o tiene una edad avanzada que compromete la calidad de su inmunidad.
Es importante saber que el hecho de tener anticuerpos es una buena noticia, porque si no los tienes, no pueden protegerte. Es decir, esta información ya es útil, aunque no sea suficiente.