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Batalla Electoral 2024

No devaluemos nuestra dignidad humana

Es muy preocupante en este país la desvalorización de la dignidad humana de los dominicanos cuando se tranzan por dinero en casos que la sociedad condena, y dejan de lado la defensa de sus derechos inalienables, por beneficios espurios, olvidando su calidad de seres racionales.

Somos creación de Dios y con un razonamiento que nos diferencia de los seres irracionales, porque pensamos, discernimos, conocemos lo bueno y lo  malo,  y además, tenemos la capacidad de valorarnos o no, por la manera de conducirnos ante la sociedad.

Traemos esto a colación a raíz de casos que se han presentado en el país de artistas, deportistas, legisladores, entre otros, que han violado leyes penales y han salido por la puerta grande al negociar pactos económicos con familiares de las víctimas y con jueces y fiscales, que caen en la tentación del lucro.

Los familiares de las personas perjudicadas o victimizadas se conformaron con simplemente llegar a acuerdos económicos, en detrimento de su dignidad humana, si es que entienden lo que eso significa. Pero si no lo entienden la  palabra dignidad implica excelencia, realce y decoro.

Este adjetivo hace también  referencia a lo correspondiente o proporcionado al mérito de alguien o algo, al merecedor de algo y aquello de calidad aceptable. Un sujeto que se comporta con dignidad es alguien de elevada moral, sentido ético y acciones honrosas. Por ejemplo: “Nos esforzamos pero no alcanzó: perdimos con dignidad”, “Le ofrecieron dinero pero su dignidad le impidió aceptarlo”.

Recordamos, con mucha pena, a un agente policial que aceptó dos mil pesos de un artista que cometió una acción violenta en contra de un camarógrafo de Univisión, cuando recién cubría la actividad del premio El Casandra. El agente fue cancelado. Se olvidó de su dignidad como ser humano, de que como autoridad debía inspirar respeto y no aceptar el dinero.

También de la señora cuando a su hija le destruyeron su celular mientras grababa el incidente con el artista y luego recibió seis mil pesos, retirando la querella. El dinero pudo más que su dignidad como ser humano. Así ocurre en muchos casos.

Durante la campaña electoral vemos como la dignidad humana es pisoteada por personas que no se respetan, que   valoran más la búsqueda de sus intereses y permiten penosos maltratos y humillaciones aberrantes por conseguir o mantener un cargo en la administración pública. Lamentablemente ese es nuestro país.

“La dignidad humana es aquella condición especial que reviste todo ser humano por el hecho de serlo, y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta su muerte”.

Esta frase nos deja muy en claro que la dignidad humana es una condición inherente al ser humano, es decir, que no se puede renunciar a ésta. Pero al parecer hay muchos que renuncian a esa condición, porque dejan de valorarla.

En el caso del hombre, su dignidad reside en el hecho de que es no un qué, sino un quién, un ser único, dotado de intimidad, inteligencia, voluntad, libertad, capacidad de amar y de abrirse a los demás.

En efecto, cuando no se acepta este valor de la persona en sí misma, se abre la puerta que conduce a dejar de respetarla. Un claro ejemplo sería no valorar lo que tienes y desear lo que tiene la otra persona.

La dignidad humana no es un asunto que dependa de la opinión que se tenga de ella, porque hay mucha gente a la cual esa dignidad no le importa nada, y no por ello se pueden aceptar las pretensiones de esa gente.

Y así, es muy importante que la dignidad esté presente en nuestras vidas, ya que si no es así no habría seguridad ni respeto en nuestro ser ni con los demás.

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