En esta vida los más débiles son a los que más les toca sufrir. Y lamentablemente mientras más avanzan los tiempos la inocencia se va perdiendo y las personas nos vamos volviendo más fríos y calculadores. Así nos volvemos escudos y le ponemos una barrera a nuestro corazón…
¿Quieres saber como funciona el mundo realmente?
Bueno, recuerdo cuando era tan solo un pequeño y creía en los cuentos de hadas, fantaseaba sobre como sería tu vida, con un vestido morado y tu príncipe amarillo llevándote a su castillo sobre las colinas, y por las noches te echabas en la cama, cerrabas los ojos y te abandonabas a tu fe.
Pensaba que Santa Claus, el Ratoncito Pérez, y el Príncipe Azul estaban tan cerca que los saboreaba, pero vas creciendo, y un día abres los ojos, y los cuentos de hadas han volado.
La mayoría de las personas acuden aquellos en quienes hoy en día confían. La cuestión es que es difícil para ellos dejar atrás los cuentos de hadas. No quieren que desaparezcan, pero ya a todo el pueblo dominicano le queda una mínima esperanza de un día abrir los ojos y ver que se han hecho realidad todos los cuentos.
Así nos levantaremos de esa cama en la que soñábamos tanto con la cara sucia, llena de hambre, de incertidumbre y una mala voluntad hacia esos líderes actuales que gobiernan nuestro país.
Pero cuando ese día llegue a su fin, la fe y la esperanza serán un misterio y aparecerán cuando menos te lo esperes.
Es como si un día te dieras cuenta de que los cuentos no son exactamente como habían dicho ellos o mejor dicho como tú habías soñado. El castillo, puede que no sea un castillo y así quedas envuelto en su gran cuento de hadas.
Un día la vida me golpeo de tal manera que me enseño a resistir, a ser más fuerte. Un día me mintieron de tal forma que me marco para toda la vida, me dolió tanto…
Y fue entonces cuando aprendí a ir siempre de frente con la verdad. Un día me fallo quien menos yo imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y hacerse cargo de los propios actos. A veces es necesario dar vuelta a la página y empezar de cero y con nuevos talentos, por que el mejor guerrero no es el que triunfa siempre, si no el que vuelve sin miedo a la batallas…
Y no guardo rencores, pero si guardo los recuerdos…
A veces, muy de vez en cuando, la gente puede darte una grata sorpresa, pero también en uno de estos cuentos, ellos se adueñaran de nosotros y nos dejaran sin respiración.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email