Esta mañana escribí, a propósito de la orden no extradición y puesta en libertad a favor del Comandante de las FARC-EP, Jesús Santrich, un artículo titulado: ALERTA: CUANDO NO EXTRADITAN… RE-APRESAN… O MATAN, en el que advertí una reacción como la que de consumó horas más tarde en Bogotá, cuando se le formuló una nueva acusación para mantenerlo en prisión.
Entonces escribí:
“No hay que bajar la guardia.”….
“El Procurador General anunció que apelaría a la Corte Suprema de Justicia para que siguiera investigando el caso.”
“El Presidente Iván Duque, pupilo del narco-presidente paramilitar, Álvaro Uribe, declaró que respetaría en lo inmediato la sentencia, pero que el “caso no estaba cerrado”.”
“La amenaza es obvia y lo que de ella puede deducirse -dadas las calidades represivas y criminales de quienes detenta el poder en Colombia (subordinados a TRUMP, a la CÍA, al PENTÁGONO y el MOSAD)- es previsible: porque cuando no logran extraditar a sus víctimas, por la inconsistencia de la intriga, re-apresan, e incluso, matan.”
Se trata de una reacción perversa, típica de dictaduras, de Estados terroristas tutelados por EEUU.
Aquí, en la República Dominicana, las vivimos y sufrimos frecuentemente durante el régimen de Joaquín Balaguer.
Más aun, la vida de Santrich corre peligro, no hay que dudar que lo maten en la cárcel.
Para re-apresarlo y eventualmente asesinarlo, anunciaron que no cerrarían el caso.
Iván Duque es del bando neofascista con auspicio de Uribe y de Trump, de él no se puede dudar maldad y crimen alguno.
¡HAY QUE DEFENDER LA VIDA DE SANTRICH Y SEGUIR EXIGIENDO SU LIBERTAD!
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