Nos queda la historia de un militar que conquistó la gloria

Despedimos con respeto y reconocimiento a Claudio, el de Abril y Caracoles, y por tanto inolvidable.

Inolvidable por representar en la gesta del 1965 la corriente de militares honestos, dignos, rebeldes… que defendieron con heroísmo sin par la Constitución de 1963 y la  soberanía mancillada por la invasión yanqui; y por asumir a continuación, en 1973, junto al coronel Caamaño, líder de esa gesta, la decisión de participar en la expedición revolucionaria de Playa Caracoles.

Sobreviviente de ambas hazañas, Claudio se convirtió en uno de los símbolos y testigo de excepción en la recordación de esos dos acontecimientos históricos.

Ahora nos toca rescatar sus aportes para que aquellas gestas tengan no solo un pasado siempre recordado, sino un futuro promisorio para alcanzar sus metas inconclusas en un país todavía sometido a la recolonización neoliberal, al poder de las mafias políticas y empresariales, y a la total degradación de la democracia.

Despedimos a Claudio para colocarlo en la galería de nuestros grandes muertos que remontan su vida física.

¡HONOR AL MILITAR LEAL A SUS CONVICCIONES DEMOCRATICAS Y LEAL A SU PASADO REBELDE!

¡HONOR A CLAUDIO INSEPARABLE COMPAÑERO DE LUCHA DE FRANCIS CAAMAÑO Y LOS MILITARES CONSTITUCIONALISTAS INCLAUDICABLES!