SANTO DOMINGO.- El coronel César Abreu, jefe del Cuerpo de Bomberos de La Vega, narró los últimos momentos de los tres bomberos que murieron durante un incendio en la tienda Casa Mora.
“La tragedia salió de la nada”, comenzó contanto Abreu sobre las circunstancias en que perdieron la vida Juan María Concepción, Orvis de Jesús María y José Luis Mojica.
“Yo estaba con ellos, hice todo lo posible para poder orientarlos, sacarlos, empujarlos, pero se me caían de las manos, se me iban, no podía con ellos y ya yo estaba perdiendo el conocimiento y tuve que salir corriendo a buscar a otros compañeros para que me ayudaran”, contó en la entrevista central de El Despertador.
Contó que en momento del siniestro él no estaba de servicio, pero que luego que los bomberos que fueron a la escena le dijeron que todo estaba controlado, él decidió ir para que en conjunto hicieran una revisión del lugar.
Narró que fue al segundo nivel del almacén cuando se percató de que había demasiado calor en ese lugar y que se podía producir un “backdraft”, que es una explosión espontánea o de humo.
Dijo que salieron y desde afuera comenzaron a dar ventilación por brisa por una de las 24 ventabas que habían sido selladas con bloques de concreto, pero que los tres bomberos propusieron entrar al almacén para abrir esas ventanas desde dentro para poder hacer el trabajo de ventilación que evitaría una explosión de humo.
“Todo cuando habíamos salido de ahí estaba normal”, dijo Abreu, pero que estando sus hombres dentro él vio una llama que era succionada hacia el interior y por radio comenzó a decirles que salieran.
“Es que ya estamos terminando la labor coronel, deme 5 segundos”, le decía uno de los bomberos cuando este por la radio les dijo que salieran.
Aclaró que “al momento de ellos estar trabajando no hubo ningún problema, fue cuestión de la explosión que yo había predicho”, dijo refiriéndose a la previsión que tomaron de no retirarse del lugar incluso cuando el fuego estaba controlado.
Abreu explicó también que, contrario a la información que ha circulado, fue la caída de los anaqueles y no del techo lo que cobró la vida de los tres.
“Los anaqueles le comenzaron a caer arriba a ellos y yo entonces me acerco a ellos sin perder de vista la salida que era lo que nos iba a salvar a todos”, dijo sobre los esfuerzos que hizo para salvar a sus bomberos.
“El humo y el calor llegaron a más de 1,000 grados, derritiendo de por sí los equipos, los cascos y en ese momento ya yo estaba perdiendo la concentración, la fuerza y me di cuenta que no iba a poder yo solo (…) cuando vinimos con los refuerzos en cuestión de 10-15 segundos, todo se vino abajo”, contó.