Cansada de escuchar de males sociales: corrupción, injusticia social, impunidad, etc., decidí escapar de ellos por unos días. Pensé que una forma de hacerlo era viajando, cambiando de escenario, pero no es así, se encuentran con otras pinceladas o matices.
Entonces, me surgió la idea de leer novelas de ficción, donde el autor fuera capaz de darle rienda suelta a la fantasía, a la ficción y sumergir el lector en ese mundo. Me recomendaron las de Carlos Ruiz Zafón. Conseguí una, “El Príncipe de la Niebla” y de inmediato, la leí.
Confieso que ni las novelas de amor que me ponían a suspirar en mi adolescencia, habían logrado que me mantuviera tan atenta al desarrollo de los acontecimientos, como esta obra literaria. La terminé rápidamente. Busqué otras del mismo autor “El Prisionero del Cielo” y luego “La Sombra del Viento”, “Marina”. Todas ¡estupendas! Lograron mi objetivo. Me alejé de la realidad, me sumergí en la ficción.
¿Quién es Carlos Ruiz Zafón? Es un escritor español, muy conocido en el mundo de la Literatura Internacional. Dicen que el más leído después de Cervantes. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas. Tiene una imaginación increíble. Mientras leía sus novelas me preguntaba cómo puede ser tan creativo, misterioso, abrir tantas incógnitas, caminos y enlazarlos en la confabulación.
Son novelas en que desborda su talento, mantiene el suspenso. En la trama se suceden de manera espectacular, historias, personajes, secretos, intrigas, maleficios, tinieblas, sombras, fantasma, todo adecuado y perfectamente amarrado. Su manera de escribir seduce; hace prisionero de la lectura, mientras la confabulación se desenreda; no hay forma de dejarla hasta el final.
Indiscutiblemente, Ruiz Zafón es un escritor con tremenda imaginación; capaz de mantener absorto en la narración. Puede producir angustia, miedo, tensión, pero es un mundo ficticio, producto de la habilidad novelesca del autor.
En la vida real, líderes políticos intentan utilizar su formato para vender sueños e ilusiones, haciéndole cuentos al pueblo, anestesiándolo, para quitarle el voto y la esperanza de una vida mejor. De sus mal manejadas fabulas, engaños y contradicciones descansé, cuando busqué las novelas de Ruiz Zafón. Estas se leen, sabiendo que son mitos, bien logrados. Pero escuchar políticos, con la conformación de novela, creando expectativas, manipulando la realidad; “conceptualizando”, con discursos encantadores, promesas, para que el pueblo deslumbrado, le siga y llevarlo al vacío, eso es doloroso.
Tranquiliza que la población está aprendiendo a distinguir entre la fantasía y la realidad; entre novelistas estupendos como Ruiz Zafón y políticos esforzándose en imitar su formato, para vender ilusiones y promesas, que no cumplen.
Abogo por la verdad despejada, fácil de comprender. ¡Siento un profundo desprecio por quienes la envuelven en palabras rebuscadas para retorcer la realidad y engañar el pueblo! No olvidemos, que las novelas de ficción son otra cosa y para conocerlas en su máximo expresión, basta leer las escritas por Ruiz Zafón.