WASHINGTON.- La expansión de las nuevas variantes del coronavirus, especialmente la británica, y la relajación de las medidas están aupando los contagios en Estados Unidos, sobre todo, en zonas como Michigan, pese a que se ha acelerado la campaña de vacunación.
En un mes, EE.UU. ha pasado de tener aumentos diarios de contagios menores de 60.000 a registrar cifras por encima de 70.000.
En concreto este sábado por la mañana, según la Universidad Johns Hopkins, el país había sumado 79.991 nuevos casos respecto al viernes.
De acuerdo con las estadísticas, al menos 13 estados están experimentando de media un incremento diario de los casos de al menos el 10 %, en base a datos del viernes, lo que indica que la lucha contra la pandemia todavía está lejos de finalizar.
EN MICHIGAN LOS CASOS SE MULTIPLICAN
Michigan es el estado que está viviendo los mayores ascensos diarios de infecciones en las últimas semanas. Solo este sábado había sumado 9.850 nuevos casos respecto al viernes; seguido de Florida, con 7.296; Nueva York, con 6.399; Pensilvania, con 5.536; y Nueva Jersey, con 4.340.
Pese a que Michigan está a la cabeza con el mayor número de infecciones diarias, suma un total de 867.624 desde el comienzo de la crisis sanitaria, todavía lejos de las cifras de California, que continúa siendo el estado con más contagios (más de 3,7 millones), Texas (2,8 millones), Florida (2,1 millones), Nueva York (1,9 millones) e Illinois (1,2 millones).
Aun así, la subida de los casos diarios ha hecho que los hospitales de Michigan se encuentren a borde del colapso, con los ingresos por covid en su punto más alto desde el inicio de la pandemia.
A fecha del jueves, tres centros sanitarios de ese estado estaban al 100 % de su capacidad, mientras que al menos 35 estaban a punto de estarlo, informó el diario The Detroit News.
La mayor red de hospitales de Michigan, Beaumont Health, emitió un comunicado en el que describió la situación como «problemática y alarmante», y destacó que el número de ingresos creció de 128 el 28 de febrero a más de 800 el pasado jueves.
La gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, achacó esta semana el repunte de los contagios a la expansión de las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 y a la fatiga pandémica, ya que muchos ciudadanos están abandonando los protocolos de salud pública y hay más movilidad.
Pese a este panorama, Whitmer se está resistiendo a adoptar restricciones más contundentes de las que ya ha impuesto y confía en que las vacunaciones ayuden a contener esta ola.
Whitmer fue blanco el año pasado de numerosas críticas por parte de conservadores, de seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021) y del propio exmandatario por imponer al comienzo de la pandemia el cierre de la actividad comercial y prohibir las aglomeraciones en su estado para evitar que la covid-19 se esparciera.
LA CRISPACIÓN ACABÓ EN INTENTO DE SECUESTRO
La situación fue tan tensa que a comienzos de octubre pasado el FBI anunció la detención de varias personas vinculadas a una milicia de extrema derecha acusadas de planear el secuestro y posible asesinato de la gobernadora.
Según la fiscalía, los acusados pertenecían a la milicia Wolverine Watchman y tenían la intención de instigar una guerra civil en el país.
Pese a sus reticencias a imponer medidas más duras, Michigan extendió el viernes por un mes las restricciones en vigor, como el requisito de llevar mascarilla, la limitación de la capacidad en la mayor parte de los negocios y que los restaurantes solo acojan al 50 % de comensales.
Además, ha pedido que los niños lleven mascara facial a partir de los dos años de edad.
Los republicanos han celebrado que Whitmer no haya decidido más limitaciones, pero desde el Gobierno federal las autoridades sanitarias están advirtiendo de que la única manera de que Michigan termine con el peor brote que vive el país en la actualidad es con más restricciones.
El viernes, el Ejecutivo alertó de que los contagios y las muertes por coronavirus se habían acelerado en los últimos días, especialmente en el medio oeste, debido por una parte a la mayor amenaza que representan las nuevas variantes, sobre todo la británica, pero también a la relajación de las medidas en algunas zonas.
La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), Rochelle Walensky, explicó en este sentido que la variante británica supone ya el 44 por ciento de los casos registrados.
VACUNANDO A TODA MECHA
Mientras, prosigue la campaña de inmunización en el país, donde 82.471.151 personas han sido ya completamente vacunadas, es decir, el 24,8 % de la población.
Actualmente hay tres vacunas que han recibido autorización para uso de emergencia en EE.UU, las de Pfizer y Moderna, que requieren de dos dosis, y la de Johnson & Johnson (J&J), que es monodosis.
Sin embargo, las autoridades recomendaron esta semana una pausa en la administración del suero de J&J tras la detección de seis casos de trombosis cerebral en mujeres menores de 48 años, de las que una ha fallecido.
Esta recomendación estarán en vigor como mínimo una semana más, hasta que el próximo viernes se reúna un comité de expertos independientes de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, en inglés) para decidir sobre el futuro de esa vacuna.
EE.UU. es la nación del mundo más afectada por la pandemia, con más de 31,59 millones de casos y más de 566.500 fallecidos, indican los datos de la Universidad Johns Hopkins.