Hablamos de nutrición con frecuencia, y en esta intención se confunden conceptos que resultan importantes pues definen el rol de esta especialidad.
¿Existe una diferencia entre nutrición y alimentación?
Si. Podemos alimentarnos, y no estar nutridos. Esto es, porque la alimentación es el proceso a través del cual adquirimos los alimentos, esto es educable y voluntario. La nutrición es el aprovechamiento (ingestión, digestión, absorción, metabolismo y excreción) de estos alimentos por parte de nuestro organismo, un proceso no educable e involuntario.
La nutriología se encarga de evaluar la ingesta de alimentos, composición corporal, su relación con síntomas o patologías que puedan manejarse de forma preventiva o tratamiento.
Su impacto a nivel clínico, se relaciona con la alta tasa de malnutrición existente tanto a nivel ambulatorio como hospitalario. ¿Sabía usted que más de un 50% de los pacientes hospitalizados se encuentran desnutridos?
Es frecuente que durante procedimientos quirúrgicos, el paciente se encuentre en ayunas previo, durante y después de la cirugía, sin utilizarse apoyos nutricionales para compensar el déficit, conduciendo ésto a un nivel de desnutrición que empeora el pronóstico del paciente.
Los criterios de la vía de administración dependerán de cada caso, pero sin dudas, se requiere de la evaluación de un especialista.
En este año, todos buscamos como meta principal llevar un estilo de vida saludable, por eso, debemos conocer detalles importantes:
– Vea un médico. El peso corporal no es sinónimo de salud. Puede encontrarse en un peso adecuado para su talla, pero encontrar deficiencias nutricionales importantes y alteraciones en su perfil metabólico. Ejemplos son la deficiencia de hierro o vitamina B12 que puede conllevar a anemia.
– El incluir alimentos saludables en su dieta no significa que su alimentación sea balanceada. El correcto aporte de proteínas, grasas, hidratos de carbono y los micronutrientes debe ser revisado.
– Existen patologías como la insuficiencia renal crónica, enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (ej. colitis ulcerativa, enfermedad de Chron) donde un abordaje genérico puede lograr el empeoramiento de la enfermedad.
– La necesidad de utilizar suplementos u otra vía de alimentación debe ser considerada si no se consiguen metas propuestas dentro de un perfil de riesgo.
Encontramos múltiples expertos en la alimentación y control de peso, donde se pueden implementar múltiples pautas para un estilo de vida saludable, pero donde se omite la individualización de cada caso.
Es indispensable la evaluación clínica del paciente, si utiliza regularmente algún fármaco, balance gastrointestinal, evaluación de intolerancias o alergias alimentarias, perfil metabólico, cardiovascular y otros.
Seamos cautos en nuestra salud, y busquemos el apoyo correcto para alcanzar esa meta propuesta.
Nutrióloga Clínica. Escríbanme sus comentarios a: erikapereznutricion@gmail.com, Instagram: dra.erikaperezl;