WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente saliente de EE.UU., Barack Obama, culpó hoy al Congreso de que la cárcel de Guantánamo continúe abierta y volvió a pedir a los legisladores el cierre de esa prisión, donde solo quedan 41 detenidos de los 800 que llegó a albergar.
Obama culminará este viernes sus ocho años como presidente de EE.UU. sin haber podido cerrar la cárcel situada en la Base Naval de Guantánamo (Cuba), algo que prometió hacer nada más llegar a la Casa Blanca en 2009.
En un carta enviada al Congreso, Obama recuerda que trató de clausurar Guantánamo, un «desafío» heredado, y que esa cárcel no ha hecho a EE.UU. más seguro, sino que ha minado la «seguridad nacional».
Según Obama, «los terroristas la usan para propaganda», es una prisión que «daña» las alianzas de EE.UU. con sus aliados y «los costos de mantenerla abierta superan con creces las complicaciones derivadas de su cierre».
El mandatario saliente denuncia también que el cierre de la cárcel se convirtió en un asunto «partidista» pero, pese a todo, se han hecho progresos como la transferencia bajo su mandato de 196 detenidos a terceros países, con lo que a día de hoy únicamente quedan en Guantánamo 41 presos.
«No hay justificación más allá de la política para la insistencia del Congreso en mantener esa instalación abierta», subraya Obama, quien agrega que las «restricciones» de los legisladores para encarcelar a los detenidos de Guantánamo en territorio estadounidense «no tienen sentido».
A juicio de Obama, la historia emitirá un «duro dictamen» al respecto, porque la existencia de Guantánamo es «contraria» a los valores de EE.UU.
«Una vez más, animo al Congreso a cerrar esa instalación», concluye Obama en su carta al recordar que su Gobierno presentó a los legisladores un «plan integral» para clausurar esa cárcel «de una vez por todas».
Obama prometió seguir acelerando las transferencias de presos de Guantánamo a terceros países hasta su último día en la Casa Blanca y hace apenas tres días diez reos de Guantánamo llegaron a Omán.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha advertido contra nuevas liberaciones de presos de Guantánamo, donde los detenidos que quedan son «extremadamente peligrosos», a su juicio, y «no se les debe permitir volver al campo de batalla».
Trump, quien asumirá la Presidencia este viernes, ha prometido mantener y ampliar esa cárcel, y llenarla de «tipos malos».
La cárcel de Guantánamo llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
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