Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, prometió este martes usar «todos los poderes creativos» de su Gobierno para conseguir la paz en Oriente Medio, en un acto de recaudación de fondos organizado por donantes demócratas judÃos.
En su intervención, Obama aseguró que su «mensaje más importante de la noche» era que EE.UU. e Israel «serán siempre aliados y amigos inquebrantables» y sus lazos, «irrompibles».
«Puede que haya diferencias tácticas» acerca de cómo resolver las diferencias entre israelÃes y palestinos, pero los dos paÃses comparten el objetivo de lograr la paz, subrayó el presidente estadounidense.
Obama trataba de tranquilizar con estas palabras a los votantes judÃos, que tradicionalmente han apoyado en su mayorÃa a los candidatos demócratas pero que perciben con inquietud las diferencias entre su Administración y el Gobierno israelÃ.
El pasado mayo, el presidente estadounidense pronunció un discurso sobre Oriente Medio en el que propuso un Estado palestino basado sobre las fronteras de 1967 con intercambios de territorio acordados mutuamente entre israelÃes y palestinos.
En la llamada «Guerra de los Seis DÃas», en 1967, Israel ocupó la PenÃnsula del Sinaà -que devolverÃa a Egipto en 1978 a raÃz de los acuerdos de Camp David-, Gaza, Cisjordania y los altos del Golán.
Apenas un dÃa después de ese discurso, el primer ministro israelÃ, Benjamin Netanyahu, declaró tras una reunión con Obama en el Despacho Oval que el retorno a las fronteras de 1967 era impensable.
Netanyahu también rechazó otra de las propuestas de Obama, una frontera desmilitarizada a lo largo del Jordán.
En el acto de esta noche, organizado en un hotel de Washington por el grupo de presión «Americans in Support of a Strong US-Israel Relationship» (Estadounidenses en apoyo de una firme relación EE.UU.-Israel), Obama insistió en que, dado el punto muerto en que se encuentra el proceso de paz, tanto EE.UU. como Israel deben mirar la situación «con ojos nuevos».
El acto buscaba recaudar fondos para la campaña de reelección de Obama y a él asistieron cerca de ochenta personas, que pagaron por su entrada entre 20.000 y 35.800 dólares.