Redacción.- El fabricante del submarino ‘Titán’, quien desapareció el domingo durante una inmersión para visitar los restos del Titanic, OceanGate Expeditions, fue advertido en 2018 por varios expertos y oceanógrafos sobre las consecuencias «catastróficas» de no cumplir los protocolos oficiales de seguridad, según una carta a la que tuvo acceso el diario ‘New York Times’.
En el comunicado de Marine Technology Society (MTS) participaban más de tres docenas de profesionales, entre las que se encontraban líderes de la industria, exploradores de aguas profundas y oceanógrafos, que advertían al director ejecutivo, Stockton Rush, de que el enfoque «experimental» de la empresa y su decisión de renunciar a una evaluación tradicional podrían provocar problemas potencialmente «catastróficos» en la misión del Titanic.
La empresa del sumergible defendía que sus propios protocolos de seguridad eran suficientes, y optó por no ‘clasificar’ la embarcación, una medida de la industria en la cual inspectores independientes se aseguran de que las embarcaciones cumplan con los requisitos técnicos. La empresa alegó que hacer este procedimiento le llevaría mucho tiempo: «Si bien las agencias de clasificación están dispuestas a buscar la certificación de diseños e ideas nuevas e innovadoras, a menudo tienen un ciclo de aprobación de varios años debido a la falta de estándares preexistentes», decían.
Por parte de la MTS , recomendó a OceanGate en 2018 que, como mínimo, estableciera un programa de pruebas de prototipos revisado y atestiguado por DNV-GL. «Aunque esto puede exigir tiempo y gastos adicionales, nuestra opinión unánime es que este proceso de validación por terceros es un componente crítico de las salvaguardias que protegen a todos los ocupantes de sumergibles», indicaba la carta. La DNV es una organización independiente, descrita como la sociedad de clasificación líder en el mundo para la industria marítima, que certifica embarcaciones como sumergibles y emite regulaciones para dichos productos.
Los oceanógrafos criticaron a su vez que OceanGate emitiera material de marketing que afirmaba que el diseño de Titan «cumpliría o superaría los estándares de seguridad de DNV-GL», aunque aparentemente no tenía la intención de que la misma organización evaluara la embarcación.
Un antiguo empleado ya advirtió del peligro
David Lochridge, ingeniero y piloto de submarinos, fue despedido de OceanGate tras expresar sus temores sobre la seguridad de la embarcación, según informa la cadena CBS. Dicho trabajador señaló que la empresa podría «exponer a los pasajeros a un peligro extremo potencial en un sumergible experimental», ya que los clientes «no estarían al tanto» de este diseño y la falta de pruebas. La empresa demandó al exempleado ese mismo año alegando que había incumplido con su contrato de trabajo al revelar información confidencial.