BANGKOK.– Un tribunal de Papúa Nueva Guinea sentenció hoy a ocho personas a la pena capital y a otras 88 a cadena perpetua por un crimen múltiple relacionado con un caso de brujería, en un país que registra altas tasas de analfabetismo, informan medios locales.
Los magistrados encontraron a los ocho condenados a muerte culpables de instigar el asesinato de siete personas, incluidos dos niños, en abril del 2014, recoge el portal de noticias Loop.
La turba, armada con cuchillos, asaltó a las víctimas en el poblado de Sakiko con la intención de matar a aquellos acusados de practicar la brujería.
Papúa Nueva Guinea tiene un territorio montañoso que dificulta las comunicaciones y la conexión de sus 7,5 millones de habitantes, que mantienen creencias sobre la magia negra muy arraigadas.
En los últimos meses se han documentado cerca de una treintena de casos relacionados con casos de brujería o «sanguma», según la denominación local, muchos de ellos fatales y con víctimas cada vez más jóvenes.
Papúa derogó en 2013 la Ley de Brujería vigente desde 1971, que prohibía practicar «magia negra o hechizos para causar daño» y permitía ajusticiar a las personas acusadas de brujería, pese a que estas acusaciones son difíciles de probar.
El Parlamento papuano aprobó ese año varias enmiendas al Código Penal para que la pena de muerte se aplique para sancionar los asesinatos, las violaciones agravadas o en grupo o contra menores de 10 años.