Ciudad de Panamá. – La Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció este martes que los comicios presidenciales celebrados el domingo en Panamá, ganados por el conservador José Raúl Mulino, fueron una contienda electoral «atípica» en la que se dio una participación «masiva» de los votantes.
Así lo recoge la misión de observadores de la OEA en su informe preliminar sobre estos comicios, en el que felicita a los panameños por su «compromiso cívico», lo cual se vio reflejado en una «jornada electoral con una participación masiva (…) que alcanzó en promedio el 78 %» de entre los más de 3 millones de votantes llamados a las urnas.
La Misión resalta la «tranquilidad» en que se desarrolló la votación y el hecho de que la población del país tuvo acceso de manera «oportuna» a los resultados en la noche, unas horas después de cerrados los centros de votación.
También elogió el trabajo del Tribunal Electoral (TE) de Panamá, «quien garantizó a la ciudadanía una jornada de votación bien organizada», lo que para la excanciller argentina Susana Malcorra, jefa de la MOE, «es una muestra de un compromiso con el país y el fortalecimiento de su democracia».
Todo esto, destaca el informe, «en el marco de una contienda electoral atípica, marcada hasta el último momento por la incertidumbre en torno a la candidatura de quien acabó siendo electo a la Presidencia de la República».
Mulino sustituyó a última hora al expresidente Ricardo Martinelli como candidato presidencial a tan solo dos meses de las elecciones celebradas el pasado domingo, en las que se alzó con la presidencia al lograr el 34 % de los sufragios por encima del 25 % de Ricardo Lombana, que quedó relegado a un segundo lugar.
Pero no fue hasta el pasado viernes, dos días antes de las elecciones, que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá decidió declarar que no era inconstitucional la decisión del pasado 4 de marzo del TE de designarle in extremis como candidato para sustituir a Martinelli, asilado en la embajada nicaragüense en Panamá desde el 7 de febrero pasado tras quedar en firme su condena a 10 años de prisión por supuesto blanqueo de capitales.
En este sentido, Malcorra en un comunicado reconoce que estas elecciones generales se celebraron en un «contexto inédito y sin precedentes recientes en Panamá por la incertidumbre en torno a una candidatura presidencial, tema que fue resuelto apenas unos días antes de la elección».
Sobre este aspecto, en el informe se reitera que esta situación generó un «alto nivel de incertidumbre y tensión», y recomienda que de cara a futuras elecciones, «la MOE/OEA espera que se adapte el marco normativo y los procedimientos de sustitución de candidaturas para evitar que este escenario tan complejo pueda replicarse».
«En líneas generales, la campaña para estas elecciones se llevó adelante en un clima pacífico, pero de alta tensión política», señala el documento, y valora que aún a pesar de un «clima tenso y polarizado» en las redes sociales y en la cobertura mediática del discurso de los candidatos, el TE, la sociedad civil y el sector privado abrieron espacios de discusión y organizaron tres debates presidenciales, uno más que en las elecciones de 2019.
La Misión también «observó que la legislación de Panamá continúa prohibiendo la formación de partidos políticos de base étnica, lo que constituye un obstáculo para la representación política de los pueblos indígenas y afrodescendientes».