Ginebra.- Más de la mitad de la población mundial, unos 4.500 millones de personas, no tiene aún acceso a servicios sanitarios esenciales, recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS) en vísperas de la conmemoración este domingo del 76 aniversario de su creación.
El Día Mundial de la Salud, que celebra precisamente el nacimiento de la OMS el 7 de abril de 1948, este año lleva por lema «Mi Salud, Mi Derecho», y con ello la agencia sanitaria global quiere recordar que muchas promesas sobre sanidad para todos no se cumplen, e incluso en lugares donde sí lo hacen, hay peligro de retroceder.
«En todo el mundo, el derecho a la salud está en riesgo a causa de la falta de acción política, de rendición de cuentas o de financiación», destacó un comunicado de la OMS emitido con el fin de conmemorar la jornada internacional.
La agencia sanitaria de Naciones Unidas también recuerda que 2.000 millones de personas sufren problemas económicos para costearse la sanidad, una situación que en las dos últimas décadas ha empeorado.
Para afrontar estas cuestiones, la OMS ha hecho un llamamiento a invertir entre 200.000 y 328.000 millones de dólares anuales a nivel mundial con el objetivo de aumentar la atención primaria en los países en desarrollo, unas cantidades que equivaldrían a aproximadamente un 3,3 % del PIB global.
La organización subraya que no sólo las barreras financieras impiden la universalización de la cobertura sanitaria, sino también la marginación de colectivos tales como minorías étnicas, migrantes y refugiados, personas discapacitadas, o LGBTQI+, entre otros.
«La OMS hace un llamamiento a todos los gobiernos para conseguir que cada ley, cada política, avance hacia el derecho a la salud: desde los impuestos al tabaco, el azúcar o el alcohol, a la eliminación de grasas trans, el fin de los subsidios a los combustibles o la garantía de un trabajo decente para los empleados de salud», declaró.
También recordó que en distintos conflictos de la actualidad se han perpetrado numerosos ataques contra instalaciones sanitarias, algo que en opinión de la agencia «es uno de los más flagrantes ejemplos de violación del derecho a la salud».