YAKARTA.- Las polémicas pruebas de virginidad exigidas a las mujeres que quieren entrar en el Ejército de Indonesia podrían acercarse a su fin, después de que el jefe del Estado Mayor cuestionara la práctica, algo que ha sido celebrado este viernes por organizaciones humanitarias.
Amnistía Internacional (AI) mostró su satisfacción por esta declaración de intenciones, aunque dijo que es necesario que se formalice en una ley escrita y advirtió de la dificultad de asegurar su cumplimiento en todo el archipiélago indonesio.
«Saludamos la buena fe del Ejército para eliminar la práctica de las pruebas de virginidad que violan los derechos humanos de futuras soldados. Por supuesto, esperamos que esto se formalice en un documento escrito y el Ejército también tiene que asegurarse de que se implemente en toda Indonesia», afirmó a EFE Wirya Adiwena, subdirectora de AI en el país.
El test, denunciado desde hace años por los grupos defensores de los derechos humanos, es conocido como «la prueba de los dos dedos», en referencia a la exploración vaginal que realizan los médicos durante el chequeo de salud para averiguar si el himen está intacto.
Esta vieja reclamación de grupos feministas y humanitarios cobró visos de hacerse realidad cuando el pasado 18 de julio el general Andika Perkasa, jefe de Estado Mayor de Indonesia, afirmó durante una videoconferencia con otros militares que esta práctica ya no será realizada y que las mujeres debían ser seleccionadas bajo los mismos criterios que los hombres.
«El objetivo es la salud. No hay más inspecciones fuera de esta meta. (…) Hay cosas irrelevantes, no relacionadas con esto. Y no se va comprobar más. Eso es lo relevante de este cambio. Debemos ser coherentes. Tenemos que seleccionar a las mujeres de la misma manera que los hombres, en función de su capacidad para alcanzar una formación militar básica», afirmó.
«Hay cosas que ya no tienen que hacerse. No son necesarias», recalcó el general en la conferencia, disponible en Youtube.
Las declaraciones, sin embargo, no se han traducido por el momento en una norma oficial ni han encontrado eco en responsables de la Policía, donde también es habitual esta práctica durante la selección de agentes femeninas, según un informe del grupo Human Rights Watch (HRW) en 2017.
HRW pidió entonces al presidente del país, Joko Widodo, que interviniera para abolir la práctica, ya que vulnera el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el artículo 16 de la Convención contra la Tortura, ambos firmados por el país asiático.
La organización internacional ha documentado casos de pruebas de virginidad también en las fuerzas de seguridad de otros países como Egipto, la India o Afganistán.
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