REDACCION INTERNACIONAL.- Organizaciones defensoras de derechos humanos lamentaron este viernes la muerte de 18 personas durante un operativo policial en Río de Janeiro y pidieron investigaciones «exhaustivas» sobre la acción de los uniformados, señalada como una de las más «letales» en la ciudad brasileña.
La acción policial fue la tercera más mortífera en menos de 14 meses en Río de Janeiro, donde más de 70 personas han muerto durante este tipo de operativos.
Los hechos ocurrieron en el complejo Alemao, un deprimido conglomerado de favelas, en el norte de Río, en el que las autoridades buscaban dar con los miembros de varias bandas dedicadas al robo de automóviles y vehículos de carga y al asalto de bancos.
En el operativo participaron cerca de 400 agentes apoyados por cuatro aeronaves y 10 vehículos blindados, que señalaron haber sido «atacados a balazos en diferentes puntos».
En un comienzo las autoridades confirmaron solo cinco muertos, entre los cuales una mujer vecina de la zona y un uniformado, pero testigos de los hechos hablaban de un número mayor de fallecidos, que solo fue confirmado al finalizar el día durante una rueda de prensa.
En total fueron 18 los muertos oficializados por las autoridades, de los cuales 16 fueron calificados por la Policía como sospechosos.
Entidades como la Defensoría pública de Río mencionó denuncias de «graves violaciones de derechos humanos», incluidos allanamientos de morada, agresiones físicas, amenazas y falta de atención a los heridos, hechos que según algunas ONG en Brasil deben ser indagados a profundidad.
«El Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro y el Ministerio Público Federal deben realizar de inmediato una investigación exhaustiva e independiente para determinar los responsables y las circunstancias de las muertes y heridos», dijo Maria Laura Canineu, directora de Human Rights Watch en Brasil, citada en un comunicado.
Para el instituto Igarapé, organización sin ánimo de lucro que actúa en las áreas de seguridad pública, clima y digitalización, ese tipo de operativos no cumple con el objetivo de «desmantelar» a los grupos criminales, sino que generan caos y desconfianza entre la población.
«No se trata de estar en connivencia con la delincuencia, pero el resultado que se ha visto hasta ahora es de personas muertas, heridas y en pánico, algunas de ellas sorprendidas en medio del uso rutinario del transporte público y dentro de sus casas», señaló Melina Risso, Directora de Investigación del Instituto Igarapé.
Al saldo de 18 muertos que dejó esta operación policial se suman los de otra similar, que tuvo lugar dos meses atrás en Vila Cruzeiro, otra favela de Río, donde 25 personas perdieron la vida.
No obstante, la más mortífera en la historia de la «cidade maravilhosa» ocurrió en mayo del año pasado en Jacarezinho, una deprimida comunidad al norte de Río donde 28 personas murieron durante una acción de los uniformados.