Jartum.- Más de 12,000 personas han muerto y 6,6 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares, la mitad de ellos niños, por la guerra que estalló el pasado 15 de abril entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), dijo hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
En su último informe sobre Sudán, la OCHA dijo que según estimaciones del Armed Conflict Location & Event Data (ACLED) más de 12.190 personas han muerto desde el inicio del conflicto en abril, 1.300 de las cuales han fallecido en el último mes debido a los feroces combates, que incluyen bombardeos y disparos de artillería.
Asimismo, apuntó que según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), unas 5,3 millones de personas han sido desplazadas de casi 5.500 localidades dentro de Sudán, principalmente de Jartum y Darfur Oeste.
Además, otras 1,3 millones de personas han cruzado las fronteras hacia países vecinos, principalmente a República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Por otra parte, el informe de la OCHA denunció que se han registrado «graves violaciones» en la conflictiva región de Darfur, en el oeste de Sudán, uno de los principales focos de violencia en todo el país y feudo de las FAR, que se han hecho con el control casi total de la zona.
Entre ellas, la OCHA dijo que unos 80 niños han sido detenidos por los paramilitares en Armadata, una cifra que «podría ser mayor» debido a la existencia de «múltiples centros de detención» en la región en la que los cautivos se encuentran en un estado «terrible».
Por otra parte, las interrupciones de los servicios básicos a causa de la guerra ha «duplicado» el número de casos sospechosos de cólera en el último mes, cuando se han registrado unas 5.500 infecciones y 170 muertes asociadas.
La guerra en Sudán estalló el pasado 15 de abril en medio de un proceso de reforma del Ejército para integrar a las FAR dentro de las fuerzas regulares, lo que desató una lucha por el poder entre los paramilitares y los uniformados.