ONU pide cooperación a grupos armados de Mali tras ataque a cascos azules

Foto de archivo

Foto de archivo

NACIONES UNIDAS.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad pidieron este viernes cooperación a los grupos armados del norte de Mali para prevenir ataques contra los «cascos azules» que operan en la zona, después de que el último de ellos acabara con la vida de 9 soldados nigerinos.

Ban, en una declaración leída por su portavoz, recordó a esos grupos que aceptaron esa responsabilidad en el marco de las negociaciones de paz, por lo que subrayó la necesidad de que todos muestren «buena voluntad» y «compromiso con una solución política».

Un mensaje similar fue expresado por el Consejo de Seguridad en una declaración escrita, en la que además avisó de que los ataques contra los «cascos azules» pueden constituir «crímenes de guerra».

Tanto Ban como los miembros del Consejo exigieron que los responsables del ataque -supuestos yihadistas- sean llevados ante la Justicia.

Los atentados contra las fuerzas de Naciones Unidas desplegadas en el norte de Mali se han multiplicado en los últimos meses, elevando a 30 el número de bajas y a 90 el de heridos desde que la misión se puso en marcha en julio de 2013.

El último ataque, registrado hoy contra un convoy en la localidad de Ansongo-Ménaka en la región de Gao, acabó con la vida de nueve soldados nigerinos.

Ban recordó que los ataques contra los «cascos azules» suponen una «grave violación de la ley internacional» y aseguró que la ONU mantendrá su apoyo al pueblo maliense en su camino hacia la paz.

El Consejo de Seguridad reiteró también su respaldo a la misión desplegada en Mali y a las fuerzas francesas que le prestan apoyo.

Varios grupos radicales islámicos y terroristas se hicieron a mediados de 2012 con el control de las tres provincias del norte de Mali (Gao, Tumbuctu y Kidal).

A pesar de que fueron expulsados gracias a una intervención militar internacional encabezada por Francia en enero de 2013, estos grupos han continuado perpetrando ataques y atentados, muchos de ellos dirigidos contra las fuerzas de la ONU.

En paralelo, el Gobierno maliense y varios grupos rebeldes tuareg celebran en Argel negociaciones de paz para poner fin al conflicto abierto en el norte del país.