REDACCIÓN.- La “Operación Puente de Londres” es el nombre en clave del plan que se llevará a cabo durante los días y semanas posteriores al fallecimiento de la reina Isabel II.
La reina ha ostentado el trono real desde 1952. Era el reinado más largo de cualquier monarca en la historia británica. Y durante todo ese tiempo, ella había visto a más de una docena de primeros ministros del Reino Unido, casi 20 Juegos Olímpicos de verano, y más de media docena de Papas.
La reina era la piedra angular de la Commonwealth, la benefactora de casi 600 organizaciones sociales, y jugaba un papel fundamental en la estrategia internacional de Reino Unido con otros muchos países. Esto quiere decir que su fallecimiento traerá consigo muchos cambios. No solo para el Reino Unido, sino potencialmente para todo el mundo.
Su secretario privado, el honorable Edward Young, transmitirá inmediatamente un mensaje al primer ministro que esté ejerciendo en ese momento. El mensaje que transmitirá será el siguiente: “El puente de Londres ha caído”. El primer ministro entonces pondrá en marcha la «Operación Puente de Londres».
En minutos, los 15 gobiernos de fuera del Reino Unido donde la reina es jefe de estado serán informados a través de una línea segura. Y este mismo anuncio se trasladará a las otras 36 naciones de la Commonwealth y a los líderes de alrededor del mundo.
Las puertas del Palacio de Buckingham se iluminarán y se colocará un tablón de color negro. Al mismo tiempo, un flash de noticias alertará a los medios de comunicación de todo el mundo. Cada medio de comunicación preparará su noticia. Cada estación de radio tiene una red de luces que parpadearán para informar de una catástrofe nacional de este calado.
Todos los programas de la BBC se detendrán y procederán a emitir un informativo especial. Los presentadores cambiarán su vestuario habitual y se pondrán ropa negra, que está disponible en todo momento en los estudios de noticias, y la tradicional mosca roja de BBC News se cambiará a una negra. Los periódicos, canales de televisión y emisoras de radio tienen ya cubiertos varios días para empezar a dar toda la información.
El mismo día de la muerte, el hijo mayor de la reina, Carlos, se convertirá inmediatamente en rey. Y se informará de que la bolsa de valores, las empresas y las tiendas de todo Reino Unido probablemente cerrarán por respeto.
El día después de la muerte de la reina, en una retransmisión en vivo, Carlos dará su primer discurso oficial como Rey. Y el gobierno jurará lealtad al sonido de una salva de 41 cañonazos en Hyde Park. Después de todo eso, el Rey Carlos, si este es el nombre que elige, se embarcará en una gira por todo Reino Unido, visitando a los líderes del gobierno en las capitales de cada país, Edimburgo, Belfast y Cardiff, antes de regresar a Londres.
Durante este período, los canales de televisión emitirán los muchos documentales que ya se han realizado en honor de la reina. La BBC se abstendrá de emitir cualquier programa de comedia como señal de respeto hasta después del funeral.