SANTO DOMINGO.- A pesar de que Latinoamérica tuvo más tiempo que Asia y Europa para prepararse ante la pandemia del COVID-19, la pobreza e informalidad imperante en la vida económica de sus países dificultó el cierre total ante la llegada de la enfermedad lo que impidió frenar al máximo los contagios y podría hacer que la enfermedad se extienda por más tiempo, informó hoy la Organización Panamericana de la Salud.
“Sabemos que Latinoamérica es la región de mayor desigualdad en el mundo y al mismo tiempo una de las más urbanizadas, tenemos ciudades grandes como Río, Sao Paulo, Lima en que están rodeadas de pobreza y desigualdad por lo que el cierre que fue aplicado en Europa ciertamente no podría aplicarse en Latinoamérica y el Caribe”, aseguró de Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles de la OPS.
Dijo que tomando en cuenta los grados de informalidad existentes en las economías locales es muy difícil tener un cierre total de las actividades comerciales.
“Otro factor es que en muchas ciudades la pandemia llegó con casos importados y no llegó a las áreas pobres de forma inmediata y hemos visto en muchas ciudades que los últimos picos se están registrando en las zonas donde viven las personas más pobres con mayores condiciones de hacinamiento”, agregó.
Ante esta realidad expertos de la organización atribuyeron a esta realidad el impacto que la pandemia está teniendo en América Latina por lo que insistieron en la necesidad de reapertura por fases.
Al día de hoy Latinoamérica tiene 3,311,387 casos confirmados de coronavirus y 181,804 muertes lo que sitúa en 175.19 la tasa de letalidad por cada mill de habitantes, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
“Vamos a tener Covid por mucho más tiempo y junio es un mes crítico por lo que se espera que América Latina podría ser el epicentro debido a la situación y las características de la región”, pronosticó Espinal durante el encuentro virtual con medios de la Sesión Informativa de la OPS sobre COVID-19 de este martes.
