Organizaciones peruanas protestan en Buenos Aires contra indulto a Fujimori

BUENOS AIRES.- Organizaciones integradas por ciudadanos peruanos protestaron hoy frente al consulado de Perú en Buenos Aires contra el indulto que otorgó el pasado 24 de diciembre el presidente Pedro Pablo Kuczynski al exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000), en prisión desde 2009 por delitos de lesa humanidad.

Argentina es uno de los países de América Latina con más población peruana, y según las organizaciones radicadas en el país, unos 6.000 ciudadanos de ese país residen de forma permanente en Buenos Aires y son cerca de 600.000 los repartidos por todo el territorio argentino.

El integrante de la organización No a Keiko Argentina Giovanni Oviedo sostuvo en diálogo con Efe que esta protesta complementa la que se realizó en distintas ciudades de Perú en rechazo al indulto al exmandatario este jueves.

«Sabemos que Alberto Fujimori perpetró una serie de crímenes de lesa humanidad, también robos, secuestros. Hay familiares de desaparecidos que están haciendo eco a ese pedido de justicia pensando que la distancia no ablanda la memoria», manifestó Oviedo.

Según la Defensoría del Pueblo de Perú, entre 1996 y 2001, se realizaron 272.028 ligaduras de trompa y 22.004 vasectomías como parte de un programa estatal de control de la natalidad, aplicado en su mayoría a personas pobres, quechuahablantes y de zonas rurales.

Oviedo describió como un «insulto a la memoria» el modo en el que, a su parecer, el actual presidente otorgó el indulto, horas antes de que las familias se sentaran en todo Perú a celebrar juntos la Nochebuena.

«Es indignante la manera, la forma, es un canje político. La forma burda en la que se ha tratado de engañar a la población tratando de disfrazar como humanitario algo que es claramente político», agregó.

Según el joven de No a Keiko, ni las autoridades peruanas en Argentina ni en su país natal se han pronunciado sobre la resolución concedida por Kuczynski.

En 2016 se archivó la denuncia por la presunta autoría mediata de Fujimori y sus exministros de Salud, aunque se reconoció que hubo una grave violación a los derechos humanos en siete casos de esterilizaciones y se procesó a los médicos y personal sanitario.

«Creemos que la memoria es una herramienta de transformación para la sociedad y como peruanos residentes en esta ciudad tenemos el ejemplo de las Madres de la Plaza de Mayo y de los miles de manifestantes que van a exigir dignidad y justicia», concluyó Oviedo.

Al grito de «Fujimori nunca más» y bajo la consigna «somos los hijos de las campesinas que no pudiste esterilizar», cerca de una veintena de personas pidieron «justicia y dignidad» por las víctimas del gobierno de Fujimori.

«Si tú no colaborabas o apoyabas te mataban, o dinamitaban puentes, o donde vivías, fueron épocas muy difíciles», contó a Efe Natividad Obeso, antigua empresaria en Perú y refugiada desde 1994 en Argentina, donde actualmente preside la asociación civil de derechos humanos United Women Migrantsand Refugees in Argentina (Amumra).

Para Obeso el indulto es una «falta de respeto» a las víctimas de esterilizaciones forzadas denunciadas durante el gobierno de Fujimori, así como a todas las víctimas vivas que tuvieron que, como ella, salir de su país empujados por las medidas gubernamentales.

El Gobierno peruano le otorgó hace años el documento que certifica a Obeso como víctima del terrorismo de Estado, pese a ello, la titular de Amumra afirmó que el Gobierno nunca tuvo en cuenta a las víctimas que se desplazaron.

«Lo que estamos viendo es que están peligrando los derechos humanos en Latinoamérica. Lo que se consiguió con mucha lucha, con mucha movilización, se está transformando en una amnesia hasta de parte de la sociedad», insistió Obeso.

Paralelamente, en la emblemática plaza de Mayo de la capital argentina miles de personas marcharon contra la concesión de arresto domiciliario a Miguel Etchecolatz, uno de los mayores represores en la provincia bonaerense durante la última dictadura cívico militar (1976-1983).