Pacquiao quiere seguir siendo “verdugo” de mexicanos y Margarito evitarlo

Manny Pacquiao.

EE.UU..- La figura del púgil filipino Manny Pacquiao quiere seguir creciendo como «verdugo» ante los rivales mexicanos y está convencido que el sábado cuando se enfrente a Antonio Margarito esa trayectoria no va a cambiar.

Según las estadísticas, en la historia del boxeo se han realizado 61 peleas de título mundial entre mexicanos y filipinos; 35 han sido ganadas por mexicanos, 22 por filipinos y ha habido tres empates.

Los números podrían poner como favorito a Margarito, pero basándose también en los mismos números, Pacquiao ha vencido a todos los mexicanos que ha enfrentado.

«Estoy listo para ganarle con mi boxeo y además enseñarle también que su comportamiento con relación a las acciones de burla que han tenido hacia mi entrenador (Freddie Roach) las va a pagar muy caras», declaró Pacquiao, de 31 años, cuando habló sobre lo que espera de la pelea del sábado.

Pacquiao se enfrentará a Margarito con la corona del peso superwelter (mediano junior), versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en juego, en el Cowboys Stadium, de Arlington (Texas), y quiere lograr lo que sería su octavo título como profesional.

«No es de ser buena persona lo que han hecho», señaló Pacquiao. «Tienes que respetar a la gente y siempre he estado alejado de los ataques personales».

Además, Pacquiao dijo que Roach, de 50 años, era un auténtico «maestro» tanto en el plano personal como profesional.

Aunque Pacquiao no ha visto el vídeo en el que se observa a Margarito y a Brandon Ríos, otro de los boxeadores que dirige el preparador Robert García, mofándose con gestos de la enfermedad de Roach, el siete veces campeón del mundo, dijo que estaba centrado en la pelea y sobre el cuadrilátero expresaría todo lo que siente.

La pelea ha generado un gran interés y se espera que el moderno Cowboys Stadium, que valió 1.200 millones de dólares, donde juega el equipo de los Cowboys de Dallas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), registre la mayor asistencia de espectadores en un recinto cubierto en la historia del boxeo de Estados Unidos.

El filipino peleó en ese local contra el ghanés Joshua Clottey, el pasado marzo, ante 50.000 espectadores, pero la mayor asistencia para una pelea en local cerrado que se ha registrado es de 63.315 personas en 1978, cuando Ali peleó contra Leon Spinks en el «Louisiana Superdome», en un combate pactado en los pesos pesados.

Por su parte, Roach, cuatro veces Entrenador del Año, y considerado como el mejor preparador físico del momento, dijo que no quería saber nada de personas como García y Margarito, pero que cuando estuviesen en el cuadrilátero todos iban a demostrar su verdadero valor.

Roach mantuvo su pronóstico que Pacquiao acabará con Margarito en el octavo o noveno asalto.

Mientras, García, de 39 años, dijo que no tenía nada personal contra Roach, al que respetaba en todos los aspectos, pero que esta vez, Margarito, iba a acabar con la racha triunfal de Pacquiao.

«No tengo ninguna duda que la pelea caerá de nuestro lado porque nos favorece su estilo de boxeo», comentó García. «De lo que no hay ninguna duda es que será una gran pelea».

Por su parte, Margarito también dejo muy claro su mensaje durante la rueda de prensa al señalar que estaba listo a realizar la mejor pelea como profesional para «desgracia» de Pacquiao que iba a perder.

Margarito destacó que esta vez había realizado la mejor preparación de su carrera profesional y que estaba listo para romper con todos los pronósticos que dan como favorito a Pacquiao.

«La oportunidad está aquí y no hay excusas», destacó Margarito. «Estoy listo para la pelea y deseo decirle al señor Sulaimán (José) que desde el próximo sábado habrá un nuevo campeón mexicano».

Sulaimán, de 79 años, 32 al frente del CMB, también estuvo presente en la rueda de prensa con el resto de los protagonistas de la velada del próximo sábado.

El ganador de este combate tendrá un cinturón de edición especial, que mostrará las tradicionales imágenes de Muhammad Ali, Joe Luis, Pacquiao, Margarito además de la estrella de los Cowboys de Dallas y el logotipo de Top Rank, la promotora del evento.

Además de la calidad del rival para Margarito la pelea también le ofrece la oportunidad de superar la controversia en la que se vio envuelto cuando le descubrieron que utilizó una substancia ilegal para impregnar los vendajes de las manos en el combate frente al estadounidense Shane Mosley y que le costó dos años de suspensión.

«Deseo mostrar a todo el mundo que estoy de vuelta y la mejor forma de hacerlo es con un triunfo el sábado», destacó Margarito, que ha conseguido títulos del peso welter dentro de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en la Asociación Mundial (AMB) y en la Federación Internacional (FIB).

Margarito adelantó que su objetivo no sólo será ganar la pelea sino también dejar fuera de combate a «Pacman» Paquiao y acabar con su racha triunfal y verdugo para los púgiles mexicanos.