Padre, Hijo y...

Estoy convencido de que el ego del Generalísimo y Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, Benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva, Dios y Trujillo, etc., es muy humilde ante el ego de quien hoy es la reencarnación caribeña de Aníbal, Moisés y Buda; mágica materialización de Eolo, dios controlador del viento, y un conceptualizador tan grande que aquello de «mis mejores amigos son los hombres de trabajo», comparado con sus torpedos verbales, es una cómica frase costumbrista. (Es más, sugiero una reforma teológica para que, en lugar de Padre, Hijo y Espíritu Santo, se diga Padre, Hijo y Leonel Fernández).