SANTO DOMINGO.- La muerte de un niño en una estancia infantil de INAIPI en San Francisco de Macorís preocupa a padres de familias que tenían proyectado solicitar el cuidado de sus hijos en las instancias infantiles del Estado.
Asimismo, el incidente en el que una niña cayó del cuarto piso de un centro de CONANI en la capital, que permanece estable dentro de su cuadro clínico, también motivó a que los padres de sectores populosos de la capital cuestionaran los protocolos de atención aplicados en esas instalaciones y la rigurosidad en la selección del personal que atiende a los menores.
Mientras cumple con su horario laboral en una banca de loterías, la joven Estefani Sosa cuidará a su hija de 11 de meses y desistirá del proceso que había intentado iniciar para que su pequeña fuera cuidada en una estancia infantil de Villas Agrícolas, tras asegurar estar aún horrorizada por la muerte de un niño en uno de esos centros en San Francisco de Macorís.
Otros padres, al asegurar que aún no salen de asombro por lo ocurrido tanto en San Francisco de Macorís, así como en el Distrito Nacional, con la caída de una niña en un centro de acogida de Conani, indicaron que se hace necesario capacitar al personal que está a cargo de los niños en esas instituciones para garantizar su salud, cuidado e integridad.
La muerte del niño Maikel Castro Álvarez de un año mientras era cuidado en un Centro de Atención Integral a la Primera Infancia de San Francisco de Macorís aún se investiga, según indicó la directora de Comunicaciones del Inaipi, quien agregó además que frecuentemente capacitan al personal que cuida a los infantes.
Asimismo, continúan las pesquisas por la caída de una niña desde el cuarto piso de un albergue de Conani ubicado en el Quinto Centenario.
Las indagaciones de ambos casos, que han generado consternación en la sociedad, son llevadas a cabo por el Ministerio Público.