Cuando se dice que este es “un país del carajo” no se expresa algo banal ni peyorativo, sino una gran verdad: ¡Es un país del carajo! Para ilustrar esa afirmación basta un dato espeluznante, entre los tantos que podemos mostrar ante el mundo, que nunca ha salido de su asombro con nosotros: República Dominicana tiene, mal contadas, 65 mil bancas de apuestas (es decir, 1.5 bancas por cada kilómetro cuadrado de su territorio), lo que quiere decir más del triple del número de escuelas públicas, que son 18,546. (Ahora dígame, sin llorar: Si este no es un país del carajo, entonces ¿qué es?).