Países del sur de la UE esperan que Londres siga siendo un socio "próximo"

"Estamos preparados para iniciar negociaciones (...) con la esperanza de tener al Reino Unido como un socio próximo de la UE", señala el documento de conclusiones de la cumbre mediterránea de países del sur celebrada en la capital lusa.

LISBOA.- Los líderes de los siete países del sur de Europa, reunidos hoy en Lisboa, ratificaron que están «preparados» para iniciar el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) y expresaron su deseo de que ese país siga siendo un «socio próximo».

«Estamos preparados para iniciar negociaciones (…) con la esperanza de tener al Reino Unido como un socio próximo de la UE», señala el documento de conclusiones de la cumbre mediterránea de países del sur celebrada en la capital lusa.

La próxima reunión informal de líderes europeos en Malta y la que tendrá lugar en Roma en marzo servirán para «debatir y decidir una dirección y objetivos claros para la UE», añade el documento.

Los preparativos para esas dos citas centraron parte de los trabajos hoy de los jefes de Estado o de Gobierno de Portugal, España, Italia, Grecia, Chipre, Francia y Malta.

Los siete líderes regionales ratificaron que «hoy más que nunca, es necesaria una Europa fuerte», concluyó el anfitrión y primer ministro luso, el socialista António Costa, en declaraciones a la prensa al término de la reunión.

Para lograr esa fuerza, en la declaración conjunta subrayan «la urgencia» de promover la inversión, el crecimiento y el empleo, así como la convergencia para que todos los ciudadanos puedan disfrutar del bienestar económico y la prosperidad.

Es necesario, añaden, profundizar el proceso de Unión Económica y Monetaria, para asegurar que sus beneficios llegan a todos los ciudadanos, así como «desarrollar una política comercial robusta» basada en los intercambios justos, «la promoción de nuestros estándares y la salvaguarda de nuestro estilo de vida».

«Las reacciones de proteccionismo no son la respuesta adecuada», agregan.

Al margen de cuestiones económicas, los siete líderes europeos también fijaron posiciones comunes en el ámbito de la seguridad, interna y externa, y de los flujos migratorios.