El único que "brilla" y sobrevivió al cambio de Gobierno es Roberto Roy, el afable ministro de Asuntos del Canal de Panamá y máximo rector del Metro de la capital tanto en la administración de Martinelli y del presidente Juan Carlos Varela, quien fue vicepresidente de su antecesor, con el que se peleó en 2011.
SaludJavier Díaz y Franklin Vergara y su exviceministro Serafín Sánchez, la extitular de Educación Lucy Molinar y la ex del Ministerio de Trabajo Alma Cortés. Mientras que el exministro de la Autoridad de Turismo Salomón Shamah fue uno de los últimos en aparecer investigado en otro de los cientos de casos de corrupción en el Ministerio Público, pero no ha comparecido y se entiende que se mudó a Colombia hace tiempo. Luis Eduardo Camacho, hijo homónimo del incondicional portavoz de Martinelli y exviceministro de Comercio Exterior, está bajo el mismo régimen legal. Un personaje del "círculo cero", destacado por ser declarado prófugo es Adolfo "Chichi" De Obarrio, secretario privado de Martinelli, cuya madre, Silvina Manzini, fue enviada a la cárcel de mujeres el pasado 9 de agosto por un caso de enriquecimiento injustificado. De Obarrio salió de Panamá junto con su esposa el 24 de diciembre de 2014 con destino a Miami (EE.UU.). Otros que no han comparecido ante la justicia panameña son los dos hijos varones de Martinelli, Ricardo y Luis Enrique, vinculados a la investigación por Odebrecht y contra quienes existe una "alerta roja" en Interpol, al igual que a su padre. Supuestamente EE.UU. les canceló la visa de ingreso a ese país a los hijos y la esposa del expresidente, Marta Linares, lo que explicaría que no asistan a las audiencias en una corte de Miami contra Ricardo Martinelli desde que fue detenido con fines de extradición, que debe definirse el 31 de agosto próximo. La lista de exfuncionarios es más amplia, y se le suman decenas de empresarios, bancos cuyos nombres son celosamente guardados por el "secreto de sumario" en un proceso lento de investigación que crea presión por la próxima campaña para las elecciones de 2019, y por las denuncias de "persecución política" que alegan los martinellistas y que niegan los varelistas.