x
Batalla Electoral 2024

Papá en Estados Unidos

Juan Taveras Hernández.

La gira de tres semanas del candidato presidencial Hipólito Mejía  a Estados Unidos constituyó un acontecimiento político trascendental que  sirvió para unificar al PRD en ese país donde residen cientos de miles de dominicanos, afianzar su liderazgo y demostrar la fuerza extraordinaria de su candidatura.

Fueron tres semanas sin descanso, con jornadas agotadoras de trabajo de 14 y 15 horas todos los días, las que desarrolló el candidato presidencial del PRD, que parece un caballo de hierro pese a sus años. Lo acompaña siempre el jefe de su seguridad, su pariente y amigo leal, el general Carlos Luciano Díaz Morfa.

Todos los actos a los que acudió fueron masivos. El recibimiento y el respaldo que le brindaron hombres y mujeres de todas las edades en ocasiones resultaban estremecedores por las muestras de cariño y solidaridad que recibía el candidato que recordaban los años gloriosos de Peña Gómez cuando iba a Nueva York.

En cada actividad de masas Hipólito le habló a la gente de amor, de trabajo, de estudio, de fe y de esperanza. –Alejen a sus hijos de la maldita droga- decía. –Aprovechen las oportunidades que le brinda este poderoso país- exhortaba. –Como decía Peña Gómez, háganse ciudadanos, aspiren a cargos electivos, sean hombres y mujeres de bien- dijo una y otra vez. –Yo quiero patrocinar su retorno al país cuando se jubilen o cuando lo deseen, con facilidades aduanales, financiamiento de viviendas o solares, entre otras cosas. Yo quiero retribuir en algo todo cuanto ustedes aportan al crecimiento y al desarrollo con sus inversiones, con sus remesas que rondan los cinco mil millones de dólares al año- manifestaba. –Yo voy a necesitar a sus hijos profesionales con maestrías y post grado para que trabajen en mi gobierno- solicitó. –En el gobierno que yo encabezaré las mujeres y la juventud tendrán una gran participación- no se cansó de repetir.

Prometió el 4% del Producto Interno Bruto para la educación, invertir en salud, vivienda, seguridad ciudadana, agricultura y alimentación. Enfrentar la corrupción con acciones concretas, caiga quien caiga, “sean de los otros, o de los míos”.

Después de sus palabras establecía un dialogo que siempre resultó gratificante tanto para el ex mandatario como para los participantes. La gente preguntaba o comentaba libremente, y luego Hipólito respondía. En un acto, un señor, con saco, corbata y sombrero, gritaba: “¡Qué felicidad, llegó Papá, que felicidad, el PLD se va!”.

Hipólito es un hombre cálido, afable y cariñoso en su trato con la gente. No finge, no simula, no es demagogo. Es sencillo y humilde. La gente lo percibe humano, capaz de reír y de llorar. No anda  con aire de superioridad, ni vendiendo una imagen que no se corresponda con su personalidad. Es  franco y directo, dice las cosas como las piensa. Dueño de un sentido de humor envidiable. Tal vez por eso es que se conecte con la gente tan fácilmente. Su gira por nueve estados y decenas de ciudades de  Estados Unidos, como Nueva York, Boston, Filadelfia, Washington, New Jersey, Miami, Orlando, Tampa, entre otras, lo comprueba. En cada lugar caminó por las calles, se reunió con importantes empresarios, artistas, peloteros de Grandes Ligas,  etc.

Durante ocho días acompañé a Hipólito por Miami, Orlando, Tampa y  otras ciudades. La agenda de cada día resultaba agotadora para mí, no para el candidato que no importa a la hora que se acueste, a las siete de la mañana está de pies listo para trabajar. En Miami lo esperó doña Rosa, con quién cumplió 48 años de casado. Compartir con Juan de Jesús, de 17 años, nieto, hijo de Carolina, fue maravilloso. Al muchacho le gusta la política como al abuelo. Quiere estudiar ciencias políticas y económicas para  luego militar en el PRD y desarrollarse hasta donde su capacidad y su talento se lo permitan.

Manuel Duran es el Coordinador General Internacional del candidato, Vicepresidente Nacional del PRD, hombre de confianza del ex presidente, responsable del éxito de la gira de Estados Unidos, apoyado por los dirigentes de las seccionales de los estados y ciudades que visitó Hipólito Mejía.

¡En Estados Unidos, también llegó Papá!

Comenta con facebook