NUEVA YORK.- El papa Francisco pidió este jueves en el Congreso de Estados Unidos no dar nunca la espalda a los vecinos, en alusión a los millones de inmigrantes cuyos derechos no siempre fueron respetados. También su Santidad abogó por la abolición mundial de la pena de muerte.
El sumo pontífice habló en el Congreso como hijo de inmigrantes, y recordó que en tiempos pasados, los extranjeros llevaron a los Estados Unidos a lo que es hoy.
Francisco abogó por elegir la posibilidad de vivir ahora en el mundo más noble y justo posible.
Dijo que eso se debe hacer mientras formamos las nuevas generaciones, con una educación que no puede dar nunca la espalda a los ‘vecinos’.
Jorge Mario Bergoglio dijo que nuestro mundo está afrontando una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la II Guerra Mundial. Lo que representa grandes desafíos y decisiones difíciles de tomar.
En otro orden, el papa Francisco abogó por la abolición mundial de la pena de muerte. Explicó que una pena justa y necesaria nunca debe excluir la dimensión de la esperanza y el objetivo de la rehabilitación.
El Pontífice dijo que está convencido que este es el mejor camino, porque cada vida es sagrada, cada persona está dotada de una dignidad inalienable y la sociedad solo puede beneficiarse en la rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito.
Francisco, el primer papa en intervenir ante el Congreso estadounidense, dijo que la regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida humana en todas las etapas de su desarrollo.