Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco viajará del 12 al 15 de septiembre a Kazajistán para participar en el VII Congreso de líderes mundiales y religiones tradicionales que se celebrará en Nursultán y que sucede, como el viaje de Juan Pablo II en 2001, en un delicado momento internacional.
Así lo recordó hoy el Vaticano al presentar el viaje de Francisco y subrayar que sucede como la visita al país del papa Karol Wojtyla, del 22 al 25 de septiembre de 2001, que transcurrió pocos días después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Por ello, ambos viajes tendrán algunos puntos en común vista la delicada situación internacional: «Con la guerra en Ucrania, y también la situación económica y social», según señaló el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
El Vaticano destacó el viaje de Francisco a un país que es un cruce de culturas, punto de unión de Oriente y Occidente y por el que pasa la histórica «ruta de la seda», y «todo esto se reflejará en los discursos del papa».
Un detalle que surgió durante la presentación del viaje es que el avión papal no atravesará el espacio aéreo de Rusia, eligiendo una ruta más al sur y evitando así tener que enviar los tradicionales telegramas a los jefes de Estado cuando se sobrevuela su país.
«Hay varias rutas posibles y se elige la más adecuada por diferentes motivos», dijo Bruni sin dar más explicaciones.
Francisco también va a mostrar cercanía a un país donde son católicos menos del 1 % de la población, uno de los diez Estados más grandes del mundo, mientras que la mayoría, cerca del 70 %, se considera que son musulmanes y un 25 %, cristianos, la mayoría ortodoxos, procedentes de Rusia y Ucrania, entre otros países.
Y recordará que Kazajistán fue una «prisión soviética, tierra de deportados y mártires», como la llamo Juan Pablo II, con numerosos campos de trabajo donde fueron encerrados muchos católicos.
En el viaje pesará la ausencia del patriarca ortodoxo ruso Cirilo, que siempre se ha mostrado a favor de la invasión de Ucrania, y que en un primer momento había confirmado su presencia, y hasta se había pensado en una posible reunión con Francisco, pero que finalmente no acudirá.
El portavoz vaticano no quiso entrar en los motivos de la ausencia y se limitó a contestar que el papa «había expresado un deseo (de reunirse con él)» y que finalmente no será posible, mientras que tampoco se conoce quien formará parte de la delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Además del papa Francisco asistirán al congreso el gran rabino asquenazí de Israel, David Lau; el gran rabino sefardí de Israel, Yitzhak Yosef; el gran Imán de Al Azhar, Ahmed al Tayeb, y el patriarca Teófilo III de Jerusalén, entre otros líderes religiosos con los que el papa se reunirá, aunque no se conoce aún con quiénes.
El programa del viaje comienza con una reunión con el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, y su primer discurso a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.
El día siguiente participará en este congreso, que se inició en 2003 y se celebra cada tres años, al que el papa ha enviado siempre a un cardenal como emisario y que comenzará con una oración silenciosa de todos los líderes religiosos en el “Palacio de la Paz y la Reconciliación”.
Por la tarde celebrará misa en la plaza de la Expo que tiene una capacidad para unas 10.000 personas.
En la mañana del 15 de septiembre, el papa mantendrá un encuentro público con los obispos y el clero en la Catedral de la Madre de Dios del Perpetuo Socorro y por la tarde tendrá otro discurso tras la lectura de la Declaración Final.