I.- La intromisión contra Haití
1.- En la política, como en todas las actividades humanas, hay que poner por delante la facultad de entender para lograr lo que en un determinado momento más conviene a la causa que nos impulsa a actuar.
2.- Ser juicioso nos lleva a proceder con sensatez, a ser prudentes para no caer en acciones propias de los que obran fuera de todo fundamento o al margen de la razón.
Una cosa es comportarse con plena facultad y otra, muy distinta, perder el juicio, hasta la chaveta.
3.- Con los dos párrafos anteriores hemos querido comenzar a exponer algunas ideas con relación a la posición que han asumido algunos políticos nacionales y extranjeros respecto a la situación presente en Haití.
4.- En la actualidad, cada dirigente o estadista se cree con derecho a opinar sobre la forma como debe ser solucionada la crisis haitiana.
5.- Los políticos que desde su criterio ideológico idealizan un desenlace en Haití, olvidan el derecho de haitianas y haitianos a decidir por sí mismos su destino como nación independiente.
6.- Aunque sea un país pequeño, pobre y con una comunidad en su mayoría de piel negra, ninguna persona física u organismo regional o internacional tiene potestad para inmiscuirse en los asuntos internos de Haití.
II.- En Haití una crisis. Diferentes formas de lucha política. Casos aquí de La Guerrilla del 1J4 en 1963 y Guerra de Abril 1965
7.- Si admitimos que la crisis es la ruptura de la unidad de los contrarios, entonces debemos reconocer que en Haití están enfrentadas fuerzas económicas, políticas y sociales que mutuamente se adversan.
8.- Desde hace tiempo las distintas clases de la sociedad haitiana están en estado de conmoción, lo que ha creado una situación objetivamente propicia para choques sociales.
9.- Los enfrentamientos generados por contrastes clasistas se expresan por la vía pacífica o violenta, abierta o encubierta, legal o ilegal, en fin, son distintos los métodos a los que recurren los antagonistas en busca de controlar el Estado, el gobierno y, por vía de consecuencia, el poder.
10.- La brega política culmina con el logro de la reivindicación fundamental, que es conquistar la potestad de mando, y para alcanzar ese objetivo cada clase, históricamente, ha aplicado los medios más apasionados y sangrientos.
11.- En cada país lo ideal fuera que las clases atrasadas, esas que representan una retranca para el progreso, entreguen voluntariamente el poder, pero nunca ha ocurrido así. Entonces, se ponen de por medio las luchas encendidas, abiertamente enconadas, enfurecidas.
12.- Luego del derrocamiento de Juan Bosch en 1963, los sectores opuestos al golpismo aplicaron los más variados procedimientos, desde movilizaciones, piquetes y huelgas, hasta que el pugilato terminó con derramamiento de sangre.
13.- El acto guerrillero noviembre de 1963, llevado a cabo por el Movimiento 14 de Junio, encabezado por su líder el doctor Manolo Tavárez, y la Guerra de Abril de 1965, fueron la culminación de la brega política iniciada de manera pacífica, pero como los golpistas no cedían, fueron necesarias las armas.
14.- Los procesos políticos y sociales que se han desarrollado en Cuba y en Venezuela, son diferentes. En cada uno de estos países se han aplicado los métodos de lucha conforme a las condiciones objetivas y subjetivas de esas naciones: una la vía armada, y la otra el recurso electoral.
III.- No subestimar a los haitianos
15.- Haití se ha convertido en lo que da sabor agradable, en lo más sabroso de los pronunciamientos y encuentros de los políticos del sistema, del imperio y sus organismos satélites: Veamos.
16.- Presidente Luis Abinader: La única forma de actuar con Haití es pacificar Haití[i]. La Unión Europea: Haití necesita una intervención internacional[ii]. La XXVIII Cumbre Iberoamericana: Crisis haitiana marcó tendencia de la cumbre[iii]. La crisis haitiana cambia de fase, EEUU publica su plan para Haití[iv].
17.- Nadie está llamado a inmiscuirse en la lucha política y social que se libra en Haití. Que sean los haitianos y las haitianas que decidan sobre su conflicto, sin que nadie haga el papel de bombero social, queriendo apagar un fuego fruto de un áspero combate de clases enfrentadas.
18.- Lo que se está comprobando es que para las potencias coloniales, encabezadas por el imperio de occidente y sus aliados, Haití no es otra cosa que un grupo de negros hambrientos, no civilizados, que comenten salvajadas; huelen muy mal, aterrorizan y, por tanto, hay que ocupar el territorio haitiano para civilizar y acabar con esa caterva de insolentes.
19.- Los países latinoamericanos y caribeños, que en su totalidad han sido agredidos por los intereses monopolistas norteamericanos, nunca, jamás deben levantar su voz para solicitar intervención extranjera en Haití, aunque la misma ha sido requerida por grupos temerosos, antinacionales haitianos.
Ideas finales
20.- Corresponde a los haitianos, y a nadie más, encontrar la solución más conveniente ante la crisis que les afecta. Desembrollar las contradicciones traerá la paz en Haití.
21.- Querer imponer arreglos desde el extranjero para resolver dificultades muy propias de los haitianos, es subestimarles, menospreciarles en su capacidad para arreglar sus asuntos.
22.- Lo que dice la historia de lucha del pueblo haitiano es que ha sabido elevarse por encima de quienes menosprecian su amor por la libertad, independencia y soberanía plena. Los haitianos merecen el respeto de la comunidad internacional, no la desconsideración.
[i] La Información, 27 de marzo de 2023, página 9
[ii] Diario Libre, 28 de marzo, página 8
[iii] El Nacional, 26 de marzo, página 14
[iv] Resumen Latinoamericano, 27 de marzo 2023, página 8